Opinión

Ellas miran

Momento dulce de nuestros museos y alguna tarea pendiente

Nuestros museos gozan de buena salud. Dan rabiosa envidia a cines y teatros, que se recuperan con lentitud de la embestida del covid. Los museos no. Se quedaron vacíos entonces pero luego los reconquistamos con tal ahínco que todos baten récords a partir de su reapertura. Desde el Museo del Prado, con casi tres millones y medio de visitantes en 2023, a la red museística gijonesa, que rondó los 450.000, pasando por los 130.000 del Bellas Artes de Asturias.

Las estadísticas de consumo cultural ofrecen un patrón que se repite a diferente escala. Con razones para la alegría y también la reflexión. Del volumen de visitantes en aumento, un tercio tiene menos de 35 años. Esperanzador, no todo son festivales de música en el universo juvenil. Además, los turistas representan poco más de la mitad de la entrada. Celebrémoslo: quizás estemos acudiendo a los museos propios más que en toda nuestra historia.

Las mujeres somos mayoría. Un comportamiento sostenido en el tiempo que se repite en otros hábitos culturales –por ejemplo, la lectura– y que permite deducir que lideramos la captación de nuevos públicos. La madre, la amiga… propone o incluye en el plan colectivo visitar un museo. Pero lo hacemos para ir a admirar mayoritariamente obra masculina porque la femenina es exigua. Del 1% escaso en el Prado o el 3% en el Bellas Artes, al meritorio 21% del Guggenheim de Bilbao. Nosotras miramos lo que ellos han pintado o esculpido, invitamos a otros y otras a hacerlo, en templos de excelencia que carecen de referentes femeninos.

No hay que liarse a debates ni reproches, simplemente esto ha de preocuparnos y ocuparnos. En dos direcciones. La investigación y recuperación de las invisibilizadas, infravaloradas u olvidadas. Y el compromiso de programación de artistas contemporáneas. Es verdad que los grandes se han activado para romper esa dinámica en la que ellas sólo miran. Iniciativas ha habido también en nuestra red local. Pero qué bueno sería que se incluyeran sistemáticamente en las actividades con motivo del Día Internacional de los Museos, que acaba de celebrarse.

Porque, cuando quieren, bien que saben no estar quietos. El Prado ha ganado uno de los Webby Awards, conocidos como los Oscar de internet por sus campañas en TikTok, la red por excelencia de la generación Z. Otros ya le copian. La red museística estatal acaba de estrenar visitas virtuales en alta resolución. Accesibilidad máxima. Todo es querer. Tomemos nota.

Mientras tanto, qué felicidad ver a Rodrigo Cuevas petándolo el viernes en Laboral Centro de Arte. Su exposición brindará seguramente al equipamiento gijonés un récord absoluto de visitas. Y la antigua Tabacalera calienta motores. Que sueño que sea para que nosotras, además de contemplar, nos contemplemos.

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