Damasco / El Cairo, Agencias

El régimen sirio de Bachar al Asad anunció ayer que sus operaciones militares finalizarán hoy, jueves, fecha en la que expira el plazo dado en el «plan Annan» para el cese de las hostilidades. Mientras, la oposición denunció la prosecución de los bombardeos del Ejército.

Pese a la declaración de buenas intenciones, de la que desconfían los rebeldes, Damasco advirtió que sus tropas se mantendrán alerta para defenderse de los ataques de los rebeldes, a los que culpó de la violencia. Según el Ministerio sirio de Defensa, la decisión de llegar a un alto el fuego se tomó después de que la lucha contra los rebeldes fuera un «éxito» y el régimen lograra «extender la autoridad del Estado en todo el territorio».

El enviado especial para Siria de la ONU y la Liga Árabe, Kofi Annan, había fijado como fecha límite para el fin de los combates la de hoy, 12 de abril, aunque un primer plazo para que el Ejército se retirase de las ciudades venció el lunes sin que la situación sobre el terreno cambiara.

La decisión del régimen fue considerada «una maniobra» por parte del principal grupo rebelde, el Ejército Libre Sirio (ELS), según dijo a «Efe» por teléfono desde Homs un portavoz de este grupo en el interior de Siria. «Estamos comprometidos con la iniciativa de Kofi Annan, pero el régimen no la cumplirá», aseguró el portavoz, quien denunció que todavía continúan los bombardeos sobre varias ciudades sirias con núcleos de rebeldes.

El portavoz de los insurrectos indicó que quieren «acciones en vez de palabras», pero que esperarán hasta hoy para ver si el régimen cumple sus promesas. «Si el régimen no cumple, volveremos a lanzar operaciones contra las fuerzas gubernamentales», subrayó el portavoz, quien el miércoles amenazó con un ataque sin precedentes de sus tropas si no se detienen las hostilidades.

Tras conocer el anuncio del régimen, Rusia -valedora junto a China de Damasco en el Consejo de Seguridad de la ONU- aseguró que ahora le toca a la oposición armada declarar el cese de la violencia. Moscú añadió que «ésas son las condiciones del "plan Annan"».

El viceministro de Exteriores ruso, Guennadi Gatilov, en conversación telefónica con Annan, le pidió que acelere sus gestiones con la oposición siria y los países occidentales que les apoyan para que los rebeldes armados cesen cuanto antes la violencia.

Muy diferente fue la reacción de EE UU, cuya embajadora ante la ONU, Susan Rice, calificó de «poco creíble» el anuncio de Damasco debido, dijo, al «historial» que tiene el régimen sirio de romper los compromisos que contrae «una y otra vez». Para Rice, «la responsabilidad (del alto el fuego) está completamente en manos no de la oposición, sino del régimen sirio, que debe cumplir con sus obligaciones en primer lugar».