Ankara / Damasco / Moscú,

Agencias

La creciente tensión entre Turquía y Siria incorporó ayer a un tercer país, Rusia, el principal valedor que le queda al régimen de Damasco. Ankara denunció que el avión civil sirio que retuvo el miércoles durante varias horas en el aeropuerto de esa ciudad transportaba armas y municiones desde Rusia a Siria.

«Está claro quién es el remitente del material y está claro quién lo recibe. Lo envía una institución rusa, una empresa que exporta armas y munición similar a nuestra MKE», dijo el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, en referencia a la compañía estatal turca de producción de armamento.

«El receptor del material es el Ministerio de Defensa sirio; ustedes pueden adivinar qué tipo de material es», agregó Erdogan durante una rueda de prensa transmitida en directo por la emisora turca NTV, informa la agencia «Efe».

Moscú exigió ayer explicaciones a las autoridades turcas por haber puesto en peligro la vida de los 17 rusos que viajaban en el aparato, un «Airbus A-320» de la compañía Syrian Arab Airlines que llevaba un total de 37 pasajeros. Horas después, el Gobierno turco convocó al embajador ruso en Ankara.

El avión fue forzado por varios cazas turcos a aterrizar en el aeropuerto de Ankara para una inspección. Según el ministro turco de Exteriores, Ahmet Davutoglu, el aparato fue obligado a aterrizar porque había «información secreta fiable» de que transportaba carga ilegal.

El avión recibió autorización para partir hacia Siria y abandonó territorio turco a la una y media de la madrugada de ayer, después de estar retenido más de nueve horas. Damasco acusó a Ankara de perpetrar un acto de «piratería aérea», y el ministro turco de Energía, Taner Yildiz, informó de que Siria ha cancelado los contratos de compra de electricidad a las compañías turcas, que le suministran el 20% de la luz que necesita.

Pese a que la tensión con Siria salpica ahora también a Rusia, el primer ministro turco negó que el incidente del avión esté relacionado con el aplazamiento de la visita del presidente ruso, Vladimir Putin, que fue anunciado también el miércoles. «El que se haya pospuesto la visita de Putin no tiene nada que ver con esto. Decidimos aplazarla en una conversación telefónica hace cuatro días y nuestros equipos diplomáticos acaban de decidir que se realizará el próximo 3 de diciembre», dijo Erdogan.

La tensión entre Turquía y Siria ha ido a más desde que un obús sirio mató a cinco civiles turcos el pasado día 3. Desde entonces, cada vez que un proyectil sirio cae del lado turco de la frontera, Ankara replica con un ataque. El Parlamento ha autorizado al Gobierno a declarar la guerra a Siria cuando lo considere oportuno.

Además, ha reforzado sus sistemas de defensa antiaérea y ha emplazado tanques y artillería cerca de la frontera, además de reforzar la base de Diyarbakir, en el sur del país, con 25 cazas F-16 adicionales.