Mindfulness para que niños y jóvenes aprendan a gestionar sus emociones

La práctica de esta técnica de forma regular proporciona herramientas de autoconocimiento y los menores aprenden a relajarse y a gestionar sus sentimientos y el estrés

Hyundai Tucson y un I20. | Lne | UNSPLASH

Hyundai Tucson y un I20. | Lne | UNSPLASH / Elena Casero

Elena Casero

El mindfulness para niños y adolescentes es una técnica de atención plena o consciencia plena de lo que hacemos en cada momento mediante la meditación. Es válida y beneficiosa como hábito cotidiano entre la población sana tanto adultos como niños y jóvenes ya que ayuda a centrar la atención, a la relajación y a gestionar el estrés. También se trata de una de las terapias más novedosas para el tratamiento de algunos trastornos y patologías psicológicas y médicas, siempre en conjunto de otras terapias más específicas, por sus amplios beneficios tanto a nivel físico como psíquico.

Es una práctica psicológica compuesta de diferentes prácticas de meditación y de enseñanzas psicológicas útiles para el bienestar psíquico. Además estos ejercicios de meditación pueden aplicarse a los niños para conseguir mejorar su concentración y su actitud.

Mindfulness para niños

La palabra "mindfulness" es un término anglosajón que se traduce al castellano como "conciencia o atención plena". Esta técnica ha sido definida de muchas formas, aludiendo en todas ellas al desarrollo de una conciencia lúcida y serena que vive en el momento presente con ecuanimidad y sin juzgar lo que está ocurriendo, y con aceptación, que no resignación.

Además, su práctica va indisolublemente unida al desarrollo adecuado de la compasión. Incluso algunos estudios sugieren que en buena medida la efectividad del mindfulness puede deberse a que genera estados mentales de autocompasión –entendida como amabilidad y deseo de dicha, no como pena– en los que se reduce la autocrítica y se promueve la delicadeza hacia uno mismo. De esta forma, el mindfulness en la educación infantil puede otorgar muchos beneficios. Si los tiene para los adultos, para los niños incluso más. Seguir un programa de mindfulness para estos o hacer juegos de mindfulness a los pequeños puede llegar a corregir malas actitudes, así como ayudarles a ser más conscientes de su interior y a controlar sus propias emociones. Tanto es así que a través de las actividades de Mindfulness los niños pueden desarrollar habilidades que no se acostumbran a trabajar en el colegio o en casa, como puede ser la inteligencia emocional. Centrándonos en niños y adolescentes, podemos destacar los siguientes beneficios derivados de esta técnica:

  • Mayor tranquilidad. La calma es el primer e inmediato efecto del mindfulness para niños. Cuando estamos calmados y nuestra mente está serena, podemos enfocar la atención en lo que sea que vaya a ocurrir, lo que se traduce en un mejor rendimiento en la actividad que estemos haciendo.
  • Mejora de la atención. La meditación o el mindfulness para niños implica directamente un entrenamiento de la atención, por lo que dicha capacidad mejorará, así como la capacidad de ignorar distracciones y no caer en los despistes.
  • Aumento de las capacidades cognitivas como las de abstracción, de lógica, de cálculo, la creatividad, etc. Tanto realizar algunas actividades mindfulness como juegos de mindfulness con los niños proporciona unos beneficios a nivel mental y cognitivo notables en los pequeños.
  • Reduce los pensamientos negativos. A pesar de que parezca que los niños no suelen pensar en negativo, la realidad es que nuestra mente tiende hacia la negatividad desde edades muy tempranas, y con esta técnico aprenderán a controlarla.
  • Control sobre la impulsividad. El niño que medita y sabe escuchar a sus emociones, va a experimentar estas últimas de manera útil, sana y adaptativa, aprendiendo a responder en lugar de reaccionar, lo que implica menor impulsividad.
  • Gestión de las frustraciones. El mindfulness para niños provoca mejoría en la gestión de las frustraciones, del estrés y de la ansiedad ya que desarrollará mayor capacidad de aceptación de lo que le ocurre.
  • Aumento de la autoestima. la seguridad y la confianza en uno mismo. Con el mindfulness los niños aprenden a valorarse desde su interior y no a tomar las expresiones de los demás para su propia aprobación personal.
  • Autoconocimiento, A través de esta meditación para niños los pequeños pueden aprender quiénes son realmente y conocer su interior, un aprendizaje vital para desarrollar todas sus capacidades.
  • Facilita el perdón. Ayuda a aprender a perdonarse a sí mismo y a los demás, a saber el valor del perdón y a realizarlo de una manera más significativa.
  • Aumento de la sensación de gratitud. Permite el desarrollo de la gratitud, la responsabilidad y el amor. Las actividades de mindfulness para niños, como la relajación guiada, acaban permitiendo que los pequeños valoren lo que les rodea y aprendan a desarrollar la gratitud ante sí mismos y los demás.

En otros planos como el fisiológico los beneficios del mindfulness en niños son la mejoría en el sueño, en el sistema inmunológico y en la presión arterial. En el ámbito académico la práctica del mindfulness para niños ha constatado una mejoría del rendimiento, la capacidad de aprendizaje y la memoria de los más pequeños.