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Tecnología solidaria

Conseguir una educación digna para los refugiados es el objetivo del sistema Instant Classroom, que empieza a distribuirse en África

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Leer, escribir, sumar, restar... Son cosas sencillas, simples, que todos sabemos hacer. Pero en el mundo se estima que hay unos 30 millones de niños refugiados que no tienen acceso a algo tan sencillo y cotidiano como la educación. Una escuela, un lápiz, una pizarra...

El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados -ACNUR- en colaboración con la Fundación Vodafone han puesto en marcha un sistema educativo que ayudará a miles de niños africanos a tener acceso a algo tan maravillosamente simple como es ir al colegio. Y es que, según ACNUR, algunos de esos niños llegan a estar desplazados hasta 17 años, y muy pocos de ellos tienen el privilegio -sí, privilegio- de tener acceso a una educación.

El sistema Instant Classroom consiste en un baúl de gran tamaño en cuyo interior se aloja la más moderna tecnología educativa.

La caja alberga 25 tabletas con un software educativo especial preinstalado, un ordenador portátil para el profesor, un proyector, un altavoz y un módem capaz de proporcionar conectividad 3G al resto de dispositivos.

Pero posiblemente una de las más importantes ventajas de este sistema educativo es su robustez y autonomía. El baúl, que pesa 52 kilos y está fabricado por la norteamericana Peli, es capaz de soportar golpes, caídas, barro, polvo e incluso las más torrenciales lluvias. En su interior, todos los dispositivos permanecen secos y a buen recaudo, mientras se van cargando sobre la marcha. Y es que el Instant Classroom lleva en sus entrañas unas enormes baterías capaces de cargar no sólo tabletas, ordenadores, móviles y cualquier otro dispositivo electrónico, sino que también puede suministrar electricidad a un aula sin luz.

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