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REYES FERNÁNDEZ BULNES | Cónsul adjunta de España en Nueva York, de Llanes | LUIS ARIAS | Embajador en misión especial para la seguridad marítima, ovetense | MIGUEL FUERTES | Embajador de España en Serbia, de Oviedo | JOSÉ LAVIÑA | Subdirector general de Europa Central y Oriental, ovetense | EVA MARTÍNEZ | Subdirectora general de países del Magreb, vinculada a Barcia (Valdés) | YAGO PICO DE COAÑA | Embajador de España retirado, hijo adoptivo de Coaña | VII Encuentro de diplomáticos asturianos 1 | JORGE HEVIA | Embajador ante la Organización de Estados Americanos, de Colunga

Guía para aprovechar el deshielo en Cuba con la historia de una "relación privilegiada"

Inaugurada oficialmente la carrera por aprovechar la puerta que ha abierto el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba, España debe correr. Si no en el sentido literal, sí en el de situarse en disposición de aprovechar la "relación privilegiada", la económica y la sentimental, que siempre ha mantenido con la isla. La expresión de Luis Arias habla de las nuevas oportunidades, no sólo de negocio y mercado, que ofrece el nuevo escenario de distensión y se refiere al gesto del presidente estadounidense, Barack Obama, como "uno de los grandes acontecimientos del siglo".

El deshielo, materializado el mes pasado con la reapertura de las embajadas en Washington y La Habana -la legación cubana quedará habilitada oficialmente el próximo día 14 con la visita del secretario de Estado estadounidense, John Kerry- invita a las autoridades españolas a tomar posiciones que puedan aprovechar las empresas. Este país tiene razones de sobra para situarse bien en esa parrilla de salida y José Laviña cita, entre otras, las "políticas, las históricas, las culturales, las de la lengua...". En esa certeza confluye el planteamiento común de los diplomáticos asturianos reunidos por LA NUEVA ESPAÑA, mientras Luis Arias toma la imagen del Centro Asturiano de La Habana, "junto al gallego el más monumental" de la capital cubana, para retratar la "presencia muy viva" y permanente de lo asturiano y lo español en un país con el que "nunca", destaca, "se han roto las relaciones diplomáticas". Ni siquiera durante el franquismo, cuando la distancia ideológica entre ambos países sobrepasaba ampliamente la física, "ni en el año 1959, cuando fue expulsado el embajador español. "España no sólo mantuvo relaciones", enlaza, "no respetó el bloqueo de Estados Unidos. La posición de España en Cuba es privilegiada y debe seguir profundizando ahí".

Hablando "en términos económicos y empresariales", pensando en el sector turístico, pero también en muchos otros, Javier Sangro avanza que "a medio plazo se irán abriendo oportunidades y algunos altos representantes españoles se han desplazado ya a Cuba con delegaciones empresariales para explorar las oportunidades que se abren si la economía cubana se diversifica". "Vamos a tener que competir con otros países, pero esa especial relación debe jugar algún papel". De hecho, remata, "la empresa española está en permanente contacto con Cuba, la Cámara de Comercio de España está tremendamente involucrada...".

Para el mes que viene está programado un viaje a la isla de los ministros de Asuntos Exteriores, Fomento e Industria, en una visita conjunta que ya han girado otros grandes mandatarios internacionales. "Nuestro Gobierno no puede ser tan tardío", opina Yago Pico de Coaña, que impone la necesidad de que "no nos coman el terreno" e identifica un obstáculo en la sensación de que "los cubanos no se fían del Gobierno del PP". "Hemos sido a veces tardíos", asiente Laviña, tal vez recordando que el presidente francés, Françoise Hollande, ya estaba en La Habana en mayo, "pero ahí estamos y ahí estaremos. La política exterior española debe estar luchando por las medallas en Cuba", remata, una vez que además de Francia Italia, Alemania e incluso "algunas naciones más pequeñas, como Austria", interviene Miguel Fuertes, "se han llevado ya las suyas".

El proceso, no obstante, aún está lejos del desenlace, como bien saben Jorge Hevia y Reyes Fernández Bulnes por el observatorio privilegiado que les otorgan sus destinos diplomáticos en Estados Unidos. "Va para largo", confirma Hevia, que valora el deshielo como "factor de distensión en lo multilateral", aunque vaticina que Cuba "no va a volver a la Organización de Estados Americanos en un tiempo" y que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos "va a tener materia de trabajo". Al decir de Fernández Bulnes, cónsul adjunta en Nueva York, "el gesto de Obama cambia la dinámica en relación con Cuba y por eso todo el mundo se acelera en la presencia. Hasta ahora, "el veto de la gran potencia hacía que las demás naciones adoptasen una postura más prudente o de segundo plano", pero de aquí en adelante, hasta completar el proceso, "aún hay mucho que pelear", matiza. Habla de esperar a ver "qué pasa en el Congreso", qué actitud toma el siguiente presidente estadounidense, cuál es la postura de la comunidad cubana en Estados Unidos...

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