La teoría del pedagogo y escritor británico Ken Robinson considera que el actual sistema educativo "desperdicia implacablemente" la creatividad de los niños. Y esto ocurre en todo el mundo, por encima de culturas o grados de desarrollo. Robinson trabaja en ella desde hace mucho tiempo, pero sus argumentos dieron la vuelta al planeta tras su ponencia en el evento TED (Tecnología / Entretenimiento / Diseño) en California en 2006.
En esa charla incluye Robinson la ya conocida anécdota de la niña que está pintando en clase. El profesor se le acerca: "¿Qué haces?". Y ella le contesta: "Estoy pintando a Dios".
-¡Pero si nadie sabe cómo es Dios!
-Pues lo sabrán dentro de un minuto.
TED es algo parecido a un imperio de las ideas. Se celebra un evento al año, en los Estados Unidos o en Canadá, pero miles de ellos (con la x detrás de la sigla central, para denotar su carácter local) en el mundo, todos bajo licencia; unas cuantas decenas en España y dos en Asturias (Oviedo y Gijón).
"La creatividad es tan importante para la enseñanza como la alfabetización, y deberíamos darle el mismo estatus" (Robinson).
Ésta es una idea. Cada cual puede estar de acuerdo con ella o no, pero ahí queda. En los últimos seis años se celebraron unos diez mil eventos TEDx por el mundo. El último de Gijón, en el pasado mes de febrero; el último de Oviedo, en marzo. Detrás de ambos, un grupo de entusiastas cercanos en alguna medida a la Universidad. Las pautas se marcan desde la otra orilla: una sola jornada, aproximadamente una docena de ponentes, charlas de apenas un cuarto de hora, un auditorio restringido, que paga -poco, en torno a los 30 euros- por asistir y exponerse a un alud de ideas positivas y motivadoras. Ideas que merece la pena difundir.
Aida Saiz Sanz es una de las organizadoras del TEDx Oviedo University y se marca un objetivo: "Encontrar personas, no necesariamente muy conocidas, pero que tengan cosas que contar. No nos importa tanto el nombre como la idea".
Marián García Prieto y Ramón Rubio García son profesores de la Escuela Politécnica de Ingeniería (campus de Viesques) y organizadores del TEDx Gijón y de su variable para niños y adolescentes. Y detrás de ellos, 35 voluntarios.
-Una buena idea que hayan escuchado en la última edición.
-Hay muchas... El escritor Eloy Moreno habló de que no vale quedarse en las palabras, sino que hay que pasar a la acción. Todo el mundo estuvo de acuerdo con él, pero de repente Moreno pidió al público que sacara sus móviles, que teclearan un "te quiero" y que se lo enviaran a una persona.
Un centenar de "te quiero" que volaron desde el campus universitario a cien lugares del mundo donde a cien destinatarios les habrá despertado una sonrisa. Dicho y hecho. Ya lo decían nuestros abuelos: no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy.
¿Todos tenemos una buena idea para compartir con los demás? Aseguran Marián García y Ramón Rubio que "quizás eso sea mucho decir. Pero mucha gente sí las tiene y cuando esas ideas se preparan y se trabajan el resultado es muy ilusionante".
Aida Saiz menciona al formador holandés Victor Küppers: el éxito es una forma matemática: (C + H) x A. C son los conocimientos, H son las habilidades y A es la actitud. "Si la actitud es 0 todo lo demás no sirve para nada porque cualquier cosa, por grande que sea, multiplicada por cero da cero". La actitud es el auténtico catalizador del éxito.
Los ponentes que pasan por los TEDx asturianos no cobran, saben de qué hablan, tienen habilidades comunicativas y la actitud positiva de compartir ideas y talento. Tienen sobre el escenario menos de un cuarto de hora. "Cualquier idea se puede exponer en ese tiempo, y en mucho menos".
En una misma sesión, como ocurrió en el TEDx Gijón 2016, alguien puede convencer de que todo el mundo tiene aptitudes de dibujo, explicar algunas insospechadas aplicaciones del grafeno o demostrar que la música clásica está presente en nuestras vidas y que es un tesoro a descubrir.
Marián García Prieto recuerda la intervención del programador de videojuegos Carlos Beneyto en la TEDx Youth Gijón de 2013. "Consiguió mantener durante más de 15 minutos a unos 110 niños con la boca abierta y acabó convenciéndoles de que había que estudiar inglés a tope".
Para el ponente es un reto. "No se trata de contar desde su punto de vista lo que él o ella saben de un tema, sino contarlo para que al público le parezca interesante, sin dar por hecho que ese público sabe algunas cosas", explica Marián García. Lo que la gente ve y escucha es una intervención "a veces medida palabra por palabra", y ésa es una labor en la que los organizadores tienen especial protagonismo.
Estamos rodeados de gente que exporta buenas ideas que tienen que ver con una inteligente visión de la existencia. Aida Saiz pone un ejemplo: "Tengo un profesor de Matemáticas que me da continuamente lecciones de vida sin él saberlo".
Los eventos TEDx asturianos son autofinanciados. "Nos ayudan las entradas, pero también los patrocinadores [a veces con ayuda en especie]. Al principio costó trabajo porque la idea no era conocida. Ahora, menos", señala Ramón Rubio. "Aquí no puede sobrar ni un euro, esto no es una actividad con ánimo de lucro. Las normas obligan a que si sobra algo se destine a fines sociales", apunta Aida Saiz.
No se trata de encontrar ideas para cambiar el mundo, dice. Aunque si llegan serán bienvenidas. Aunque cambiarnos a nosotros mismos es una forma muy eficaz de cambiar el mundo en el que vivimos. Los TEDx no son cursos intensivos de autoayuda ni una versión más o menos académica del club de la comedia, sino una ventana a los demás y una invitación a reflexionar. Sirven también para echar por tierra algunos tópicos.
"El público es variopinto, jóvenes y no tan jóvenes, hombres y mujeres. Entre los ponentes también hay diversidad, es imposible encontrar diferencias de género a la hora de comunicar", dicen Marián García Prieto y Ramón Rubio.
En un país donde apenas se dedica tiempo a la habilidad oratoria y argumental (millones de alumnos sufren las consecuencias), el exponer una idea de manera eficaz se convierte a veces en un muro infranqueable. "Hay gente que sabe mucho pero no lo sabe transmitir. Y no hay vuelta de hoja", reconoce Aida Saiz.
En Oviedo y Gijón ya se trabaja en la organización de los TEDx del próximo año. Por estas fechas.
