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El "running", en la cumbre de Asturias

Las carreras de montaña crecen "a lo loco", con cientos de seguidores que trepan por el Principado en busca de paisaje y compañerismo l Los atletas piden regular la afluencia a las competiciones

Chechu Carrera, en una maratón por la montaña. Luis Lastra

La moda del "running" trepa por la Asturias natural. En los últimos cinco años, las carreras de montaña no han parado de ganar terreno y también seguidores. Ahora la diversión no está en el asfalto, sino en la cumbre, donde deporte y paisaje se entremezclan. La locura ha llegado a tal nivel que los aficionados a esta práctica tienen que esprintar antes de que comience la prueba para recoger sus dorsales. El "boom" es "exagerado", según afirman los atletas más experimentados de la región. Todos ellos entrenan una media de seis días a la semana, entre una y dos horas. El tute es bueno, pero la experiencia, dicen, lo merece: "Las vistas son impresionantes, rompes la monotonía del asfalto y hay mucho compañerismo". "En el monte no hay un día igual que otro; cada lugar es distinto y cada época del año también. Eso en la ciudad ni lo aprecias", afirma el gijonés David Rodríguez, que encuentra en la sierra del Sueve su particular gimnasio al aire libre.

Sin embargo, la proliferación de este tipo de competiciones, muchas veces con recorrido por los parques naturales, ha desatado el malestar de los grupos conservacionistas. La última polémica tuvo lugar el pasado fin de semana en Moal, con motivo de la carrera "Puerta de Muniellos". Geotrupes, que representa a las asociaciones ecologistas en la Junta del Parque Natural de Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, pidió a la Consejería de Desarrollo Rural la modificación del trayecto al poner en peligro, según argumentaban, la recuperación del urogallo. Pero las rencillas entre deportistas y ecologistas vienen de lejos. Y "hasta que se regule la práctica" seguirán, avisan los atletas.

"La afición está creciendo a lo loco y si no la controlas, corres el riego de que se desmadre", opina Chechu Carrera, de Navia y de 34 años. De ahí que el avilesino Pedro Cuenca vea necesario que administraciones, deportistas y parques naturales "remen en la misma dirección". "Tiene que haber un control; somos mucha gente y estamos entrando en sitios delicados", manifiesta. No obstante, puntualiza que esa regulación no debe tampoco castigar a los atletas, ya que "no hay que olvidar que las carreras son un reclamo turístico" para la zona rural asturiana. Todos los fines de semana hay una prueba e incluso hay fechas en la que coinciden dos. Ayer tocó el trail de "Pastores de Portudera", en los Picos de Europa. La prueba más sencilla es de 21 kilómetros y 3.900 metros de desnivel, y la más dura, de 42 kilómetros y 8.800 metros de pendiente.

"Al contrario de lo que se piensa -explica Pedro Cuenca- machaca más el asfalto, donde los movimientos son constantes y repetitivos, que en el monte, donde hay cambios de ritmo". Pese a ello, los expertos insisten en la importancia de prepararse y "no salir a la montaña a la ligera". Con ello no se refieren sólo al entrenamiento físico, sino a llevar la mochila bien cargada. "Hay que ser conscientes de que se pueden tardar horas en llegar a meta y por eso hay que llevar geles y agua", destaca la piloñesa Susana Álvarez, que recomienda utilizar un buen calzado. "Los hay que van muy 'pro', pero en verdad se puede llevar cualquier ropa. La clave está en la suela, que tiene que agarrar", concluye.

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