Langreo, L. M. D.

Aguas de Langreo y el Ayuntamiento celebraron ayer una jornada de puertas abiertas en su estación depuradora de Entralgo, en Laviana. En las visitas, en las que participaron personas del tejido asociativo del concejo, la empresa mixta que gestiona el abastecimiento de agua en Langreo quiso mostrar sus instalaciones y el tratamiento que se le da al agua que abastece al 90% de los 45.000 langreanos y a todos sus polígonos industriales.

En la visita participaron la alcaldesa de Langreo, Esther Díaz; el concejal de Participación Ciudadana, José Ramón García Zabala, y representantes de las asociaciones de vecinos de Langreo, incluido el presidente de la federación de asociaciones, Vicente Gutiérrez Solís.

El técnico que dio las explicaciones sobre el funcionamiento de la estación a los visitantes (unos 35), Faustino Calvín, inició el recorrido por el laboratorio de la estación de depuración. El agua que se consume en Langreo pasa, anualmente, 4.351 análisis para comprobar su calidad. En Entralgo, los tratamientos del líquido van encaminados siempre a rebajar su turbidez (la cantidad de residuos que hay en el agua). Cada hora se controlan estos parámetros, mientras que las pruebas sobre la cantidad de cloro y el pH del agua se realizan en laboratorios externos.

Los visitantes pudieron ver cómo la estación tiene tres captaciones de agua. La principal es la proveniente del Canal de la Coruxera, construido originariamente para llevar agua a una central hidroeléctrica situada entre Puente d'Arcu y Entralgo. En caso de que haya algún problema con esta captación se utiliza una segunda que toma directamente el agua del río Nalón a la altura del Puente, y de no funcionar ésta, la tercera alternativa es usar agua del manantial del Raigosu.

Faustino Calvín explicó cómo habitualmente el agua de La Coruxera entra en la estación teniendo una turbidez de grado 5 (el máximo legal es grado 1) y que una vez sale para las tuberías que la llevan hasta Langreo es de aproximadamente el 0,3. En general, el tratamiento del agua que se lleva a cabo en la estación depuradora es «suave», y sólo en determinadas condiciones debe ser más fuerte, sobre todo cuando a causa de las fuertes lluvias o cuando se suelta el pantano el agua se capta más turbia que de costumbre.

Una vez entra en la estación, el agua pasa por unos depósitos de «desarenado», donde se separa el líquido de las partículas en suspensión de mayor tamaño, que se van acumulando en el fondo de una balsa. Desde ahí, toda el agua debe ser bombeada a los recipientes donde se completa el proceso de depuración. Tres bombas llevan a cabo este trabajo, con capacidad para desplazar un máximo de 1.800 litros por segundo. Actualmente bombean «unos 1.400», unos niveles a los que, cuando se abrió la planta en 2001, se esperaba llegar en el año 2015. A lo largo de todo el año pasado la estación acabó tratando 11.651.070 metros cúbicos de agua (11 hectómetros cúbicos, el doble del agua que puede acumular el pantano de Rioseco).

En el transcurso de la visita, la alcaldesa de Langreo anunció a los representantes de las asociaciones del concejo que, a partir de ahora, todos aquellos colectivos que deseen visitar la planta potabilizadora podrán hacerlo, previa petición. La actividad, además, se abrirá también a los centros escolares de Langreo. El objetivo de estas jornadas es, según Aguas de Langreo, ampliar la confianza de los colectivos vecinales del concejo en el agua que llega hasta sus grifos. El acto, además, se incluye en el programa del «Día mundial del agua», que acaba de celebrarse.