"Para mear y no echar gota". Lo que ocurre cotidianamente en el área de servicio público de Buferrera, en la vertiente canguesa del parque nacional de los Picos de Europa, es digno de estudio. Con "picos" de usuarios del Plan de transporte a los Lagos de Covadonga que superan con creces los 5.000 en días puntuales del presente mes de agosto, siempre y cuando el tiempo acompañó, lo que resulta tercermundista es tener los baños públicos cerrados a cal y canto a partir de las cinco de la tarde en tan emblemático espacio natural protegido. O sea, los turistas apurados no tienen otro remedio que buscar en plena naturaleza un lugar improvisado para sus necesidades.
Pese a que el operativo del Plan de transporte se incrementó considerablemente en el presente ejercicio, en el año del primer centenario de la creación del parque nacional -antaño de la Montaña de Covadonga y, a raíz de la ampliación, denominado de los Picos de Europa, el tercero que mayor número de visitantes (2.047.956) recibe en este país, según estadísticas del pasado 2017, superado por el Teide (4.327.577) y también por la Sierra de Guadarrama- parece mentira que los viajeros carezcan de lo más elemental para hacer sus necesidades en los espacios habilitados expresamente en el punto de carga y descarga, en el área de servicio de Buferrera.
"Nadie quiere saber nada, ni la Consejería de Medio Ambiente del Principado de Asturias, ni Parques Nacionales". Así lo resume una asidua conocedora de cuanto acontece en la zona de los Lagos de Covadonga en estas fechas de máxima afluencia turística. Y es que los baños del arboreto, a un centenar de metros de distancia del Centro de Visitantes Pedro Pidal, el icono divulgativo de la vertiente canguesa, cierra sus puertas a las 17 horas para acometer las pertinentes labores de limpieza y no abre hasta el día siguiente.
Otro tanto de lo mismo acontece con los aseos públicos (WC) de Buferrera, tanto de hombres como de mujeres, localizados justo debajo del punto de Información, a los que se accede por unas escaleras de piedra, parada obligada de los usuarios del Plan de transporte, los cuales quedan cerrados en torno a las 17.40 horas, dado que tocan tareas de limpieza de los mismos a cargo del personal contratado, cuya jornada laboral finaliza 20 minutos después, exactamente a las 18 horas.
La sorpresa es mayúscula para cientos de turistas que en esos momentos se encuentran por el lugar, ajenos a lo que pasa con los baños y aseos públicos. "La gente se enoja con razón y no es para menos", apuntan las mismas fuentes. El dilema, como es lógico, se acentúa en estos días veraniegos con el filón turístico que busca disfrutar de los parajes de Los Lagos de Covadonga.
Pero, lo más sintomático, es que el último de los autobuses de subida del Plan de transporte con destino a los Lagos sale de la terminal de Cangas de Onís a las 19.30 horas y el último que baja de Buferrera en dirección a la vieja capital del Reino de Asturias está programado para las 20.30 horas. A todo ello se añade que los operarios, tanto el Centro de Visitantes Pedro Pidal como el punto de Información del área de servicio de Buferrera, finalizan su tarea laboral igualmente a las 18.00 horas. Es decir, a partir de esa hora -seis de la tarde- ya están cerrados los baños y aseos así como también los puntos de información del parque nacional. Real como la vida misma, en plena conmemoración del "centenariazo" (1918-2018).
