A propósito de las modestas obras de remodelación de la plaza de la Escandalera que se están llevando a cabo en la actualidad, me parece interesante rescatar una serie de iniciativas de principios del pasado siglo, que incluyen proyectos y obras relativos a la plaza y el hallazgo en dos ocasiones de restos humanos.
En octubre de 1902 se comentaba en los mentideros ovetenses el proyecto de ensanche de la plaza de la Escandalera, a través de "robar un trozo del Campo que nada resolvía, de instalar una fuente y sus correspondientes jardinitos o elevar una estatua a Schultz".
A finales del citado octubre de 1902, se había presentado un proyecto ante el Ayuntamiento representado por el empresario Ramírez y redactado por el arquitecto Juan Miguel de La Guardia, para construir en la plaza un Teatro-Circo.
El proyecto no convencía demasiado a los ovetenses por considerar poco idóneo que la mejor plaza de la ciudad fuera marco, entre otros destinos, para un Teatro-Circo. Por otra parte, se valoraba acabar de una vez con la lacra de un verdadero lodazal en el que estaba convertida habitualmente la plaza.
En junio de 1907, bajo la dirección del maestro La Guardia, que en 1882 tomó posesión de la plaza de arquitecto municipal de la ciudad, surgió un nuevo proyecto.
Se trataba de instalar una monumental fuente, pavimentando el suelo con hormigón y cemento y colocación de jardines. La obra según estimaciones de la época ascendería a una cantidad entre once mil y doce mil duros. Curiosamente a propósito de ésta obra, La Guardia propone sustituir por excesivamente largo, el nombre de la plaza , entonces "Veintisiete de Marzo" y rebautizarla como "Reconquista" o "Independencia". En marzo de 1911, la preocupación de los ovetenses sobre el futuro y los proyectos casi siempre frustrados de la plaza de la Escandalera era su pavimentación.
"Dejémonos, pues de proyectos, que con tanto proyectar, nunca se lleva a cabo aquí nada a derechas" informaba entonces "El Correo de Asturias". Como propuesta final, el periódico proponía, si por suscripción popular u otros medios, se dispone de la cantidad suficiente, erigir en la plaza un monumento al Cabo Noval. Por último, a finales de marzo de 1933, se culminaba la obra de las " instalaciones hermosas" de los retretes y cuartos de baño cuyo coste ascendió a 60.000 pesetas. Con motivo de unas excavaciones realizadas en la explanada de la plaza de la Escandalera, el 12 de enero del año 1900 el diario "Las Libertades" informaba del hallazgo de restos humanos que fueron trasladados al osario del cementerio del Salvador.
Un cuarto de siglo más tarde, en febrero de 1925, con motivo de las obras de la nueva alienación en la plaza de la Escandalera, nuevamente aparecieron restos humanos en "crecida cantidad", en la zona más próxima al Paseo de los Álamos.
"Existía en otro tiempo, una capilla de Patronato de Oviedo con el titulo de Santa María Magdalena, capilla que se hallaba situada hacia donde se ubicaba uno de los kioscos, el más próximo a la calle Uría", informaba la prensa de la época, atribuyéndole a ésta capilla los restos de los enterramientos aparecidos.
El Ayuntamiento, el 5 de febrero del citado año 1925, con ocasión de las obras citadas acuerda suprimir todas las casetas ubicadas en la plaza y el propio circo, que en precario, habían sido autorizadas años antes.
La aparición de restos humanos con motivo de excavaciones no eran hechos aislados. En 1894, seis años antes de los descubrimientos en La Escandalera, aparecían muy cerca otros restos procedentes del Convento de Santa Clara.
El Gobernador Civil dictó entonces una orden de traslado al cementerio de El Salvador, previo aviso a los posibles familiares de aquellas personas.
