El lobo mata tres potros en la braña de Lendepeña durante el fin de semana

Lendepeña (Valdés),

Ignacio PULIDO

Desesperado e impotente. Así se siente Pablo Selgas, un joven ganadero con cuadra en la braña vaqueira de Lendepeña, a quien los lobos han devorado cuatro potros en lo que va de año, tres de ellos durante el último fin de semana. Según los pastores de la zona, «los cánidos atacan casi todas las noches y están aniquilando a las cabezas de ganado, especialmente a las crías de caballo, a las ovejas y a las cabras». A pie de pasto son varios los que instan al Principado a que realice batidas y advierten de que, si la situación no cambia, tendrán que optar por vender sus animales.

Pablo Selgas combina su trabajo en una factoría con la cría de caballos. Los frecuentes ataques del lobo le obligan a recorrer cada día dos decenas de kilómetros para acercarse al monte y comprobar en qué estado se encuentran sus animales. El pasado sábado, día 15, Selgas se encontró en su finca con una desagradable pero ya habitual sorpresa: el lobo había matado a uno de sus potros. «Estaba lleno de mordeduras por las patas, el lomo y el cuello. Apenas tenía unos días», lamenta Selgas, quien añade que un guarda encargado de evaluar los daños causados por el lobo le acusó de haber matado a su propio animal a cuchilladas. «¿Cómo íbamos a hacer algo así? Sin ir más lejos, hace unos meses el lobo nos dejó malheridas a dos crías y las estuvimos curando mi suegro y yo para poder sacarlas adelante», subraya indignado.

Por si esto fuera poco, durante la madrugada del lunes el lobo volvía por sus fueros y devoraba a otros dos potros de la cuadra de Selgas. «Uno fue arrastrado por entre los matorrales y conducido hasta la orilla de un arroyo. Cuando los guardas vinieron a ver sus restos, pude ver a un lobo salir corriendo del lugar de los hechos cuando aún eran las cinco de la tarde», enfatiza el ganadero. Y añade: si te matan un potro y no aparecen los restos, no cobras ni un céntimo. Tienes que estar muy atento, puesto que los buitres hacen desaparecer los cadáveres de los animales en un día».

Y es que, hace un mes, el lobo mató otro potro de Selgas en la braña de La Arquillina. En esa ocasión, el ganadero no logró encontrar los restos de la res. «Si los guardas corroboran que un potro murió al ser atacado por el lobo recibes con seguridad una indemnización que, en el caso de los potros de uno a tres meses de edad, es de 150 euros», precisa Selgas. Según su experiencia, «se tarda alrededor de un mes en cobrar este importe».

Este ganadero solicitó a la guardería de Luarca la realización de batidas, «pero su única respuesta fue que en Lendepeña no pueden hacerse porque es zona de lobos. Si los lobos siguen atacando con tanta frecuencia al ganado tendremos que optar por venderlo, por deshacernos de él. Cada vez hay menos vacas, caballos, ovejas y cabras en los pastos», concluye.