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Medio siglo de educación en Luarca

El Instituto Carmen y Severo Ochoa, un referente en la comarca, homenajea a los ex directores del centro para celebrar su aniversario

Medio siglo de educación en Luarcaa. m. s.

Luarca (Valdés),

A. M. SERRANO

El profesor Francisco Pejenaute Rubio volvió ayer al Instituto Carmen y Severo Ochoa de Luarca 48 años después de pisarlo por primera. Retornó al centro educativo del que fue director en 1964, cuando tenía 31 años y un largo futuro profesional por delante. Entonces, Francisco Pejenaute iniciaba su trayectoria laboral, como también la iniciaba aquel instituto, el único de la comarca que ofrecía estudios medios. «Fue duro empezar porque estaba todo por hacer y apenas teníamos material», explica Pejenaute. El edificio había inaugurado dos años antes.

Su acceso era de barro y con un entorno más o menos agradable, pero estaba llamado a ser una referencia educativa para la zona rural asturiana. Por delante, quedaba mucho trabajo y todo el empeño de una comarca para hacer posible que la educación «fuera igual y accesible para todos».

Ayer, se recordaron los cincuenta años de trayectoria del Instituto de la mano de ex directores y en un acto muy emotivo por los fuertes aplausos que hubo en un repleto salón de actos. Por el edificio han pasado desde entonces unos 2.000 profesores y miles de alumnos. Aquel instituto -que costó 23 millones de las antiguas pesetas en los años sesenta- se pagó con dinero de la administración local, cuando el Ayuntamiento de Valdés (entonces de Luarca) tenía 17 millones de presupuesto. «Ahora tiene un procedimiento consolidado, un saber estar, y recursos», dijo el ex director (1989-1996) Juan Francisco Rodríguez Alonso. Es decir, el trabajo ha dado sus frutos y el centro educativo cumple sus cincuenta años con «la satisfacción del trabajo hecho», como dijo la Consejera de Educación (que también fue profesora del centro y asistió al acto conmemorativo de su medio siglo de vida), Ana González.

El Instituto se fundó con el alcalde Ramón Muñoz. En los años sesenta, este político se había propuesto hacer un centro para el concejo para que los escolares no tuvieran que salir fuera y lejos. Lo consiguió, pero con dificultades. Desde entonces, han pasado trece directores por el centro, «haciendo, deshaciendo, consolidando, reformulando», añadió uno de ellos, Juan Francisco Rodríguez, en su discurso. Las horas de despacho, en las salas de profesores improvisando métodos y actividades, tuvieron ayer su reconocimiento. El acto también sirvió para presentar la web del centro (cincuentenario.iesdeluarca.es) y un libro sobre su historia hecho por tres profesores (José Antonio Pérez Sánchez, José Antonio García García y Germán Fernández Rodríguez).

El Instituto Carmen y Severo Ochoa es un centro educativo con enseñanza bilingüe, otorga becas y es referencia en el Occidente asturiano. Tiene la importancia de ser el centro de estudios «de alumnos que hoy tienen una trayectoria laboral y unos estudios consolidados», como dijo José Antonio Pérez Sánchez.

En el acto hubo un recuerdo especial para el recientemente fallecido (director de Caja Rural de Asturias durante 35 años y de Luarca) Román Suárez Blanco. El mismo que dijo, en sus últimas palabras dirigidas a escolares y en centro educativo, que «un instituto es un depósito de esperanzas».

Ex profesores, profesores y políticos animaron a los alumnos presentes en la sala (desde primero de ESO a segundo de Bachiller) a continuar estudiando porque sin este esfuerzo, el del estudio, no es posible consolidar y mantener la educación pública.

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