"La sociedad necesita referentes, modelos a seguir, y la Fundación se dedica a premiar a esas personas", defendió ayer la directora de la Fundación Princesa de Asturias, Teresa Sanjurjo, ante los escolares de primero y segundo de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) del instituto veigueño Elisa y Luis Villamil. En un lenguaje directo y sencillo, Sanjurjo desgranó el trabajo de la entidad que concede los premios "Princesa de Asturias". La actividad, que se desarrolló en la Casa de Cultura de Castropol, forma parte de la programación del VII Foro Comunicación y Escuela.

Sanjurjo, muy vinculada a Castropol, de donde es oriunda su familia, quiso que los estudiantes conocieran de primera mano el arduo trabajo que conlleva la organizació de los premios. "La peor pregunta que nos pueden hacer a las 21 personas que trabajamos en la Fundación es: '¿y el resto del año qué hacéis?'", bromeó Sanjurjo, quien insistió en que el trabajo es constante durante todo el año. El lunes, después de la entrega de los galardones en el Teatro Campoamor, se realiza una evaluación para detectar "eso que ha salido mal y que no puede volver a repetirse", y a continuación se pone en marcha el engranaje para la siguiente edición, con el envío de invitaciones para la presentación de candidaturas, la recepción de las mismas y su documentación, la reunión de los jurados y el fallo. Tras los fallos comienza el diseño de actividades para la semana de los premios, unos días que Sanjurjo considera muy importantes porque "es el momento en el que toda la sociedad puede participar", precisó.

"Trabajamos todo el año con mucha concentración e ilusión. Estamos haciendo algo que es de todos los asturianos", añadió la directora, quien respondió a las decenas de preguntas que le formularon los estudiantes. Uno de los jóvenes quiso saber qué significan para Sanjurjo los premios y ella apeló a su origen asturiano y habló de la emoción que sintió cuando la propusieron para el cargo, que desempeña desde hace seis años: "Me siento una privilegiada por tener un trabajo como este en el que creo, que te da la oportunidad de conocer a personas de las que aprendes mucho y, además, sentirte útil para la sociedad. Es una satisfacción enorme, no puedo tener más suerte".

También narró alguna anécdota, como lo nerviosa que se puso al saber que Leonard Cohen, premio "Príncipe de Asturias de las Letras" 2011, no tenía discurso por escrito. "Me puso histérica porque no me dio un papel y no sabía lo que iba a decir, ni por dónde iba a salir", explicó. Aunque el músico empezó hablando de los cacahuetes que había comido en el minibar, al final, incidió Sanjurjo, pronunció un discurso "precioso". En el capítulo de curiosidades explicó que la estatuilla conmemorativa del galardón no se entrega en el Campoamor, pues es muy pesada y, para que no hubiera dudas, dejó a los chavales que la cogieran. Pero, al margen del peso de la estatuilla de Miró, lo que más impresiona a los premiados es la reacción de la gente. "Se van alucinados por las cosas que les pasan. Se marchan impresionados y hay muchos que vuelven", precisó Sanjurjo.

El Foro Comunicación y Escuela tiene otra cita en Castropol este viernes: una charla coloquio con los deportistas Rocío Ríos, Eva Suárez, Ángela Pumariega y Juan Pablo Barcia. La actividad, a las 12.50, está dirigida a los alumnos de quinto y sexto de Primaria y a los de primero de ESO.