La Dirección General de Tráfico (DGT) ultima estos días la colación de un radar de tramo en doble sentido en el puente de los Santos, que se suma a dos cámaras de seguridad para controlar este trayecto entre Asturias y Galicia. Esta inversión en un tramo de muy baja sinistralidad está provocando gran malestar vecinal, especialmente porque siguen sin resolver los dos grandes problemas del puente: los numerosos baches que presenta la calzada y la falta de iluminación. "¿O sea que no hay dinero para los baches y las luces, pero sí para el radar, no?", lamentaba ayer un vecino en el lado asturiano del puente.
Los conductores que transitan a diario por esta infraestructura se las tienen que ver con los baches que presenta la vía, especialmente en dirección a Galicia. Fomento los repara periódicamente, pero nunca con carácter definitivo, ya que siempre vuelven a aparecer. Hay uno especialmente peligroso que ha provocado varias averías en turismos que transitan por la Autovía.
"Fomento pretende poner un nuevo radar de tramo en el puente, un lugar que no es en absoluto conflictivo, aunque los baches siguen sin tapar", recordó estos días el regidor ribadense, Fernando Suárez, quien se muestra muy enfadado con la negativa del Estado a costear la iluminación.
