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"Nos sorprendieron para bien", dicen de las pinturas restauradas en Cibuyo

Los trabajos, ya finalizados, han recuperado escenas bien conservadas, escondidas tras ocho capas de cal, y la variedad policromática del retablo

El sacerdote Juan José Blanco admira las pinturas y el retablo de la iglesia de San Salvador de Cibuyo. D. ÁLVAREZ

El minucioso trabajo de seis meses realizado en la iglesia de San Salvador de Cibuyo ha permitido recuperar las pinturas que durante siglos estuvieron escondidas debajo de hasta ocho capas de cal que recubrían la bóveda del presbiterio del templo. Las escenas que narran el apocalipsis ya se pueden apreciar con nitidez, sin una sola laguna que interfiera en la secuencia de imágenes.

La obra la llevó a cabo el equipo de restauradores dirigido por Jesús Puras y fue promovida por el sacerdote de la parroquia, Juan José Blanco, que apostó por intentar recuperar las pinturas datadas en el siglo XVI. "No sabíamos en qué estado de conservación ni qué escenas nos íbamos a encontrar, y nos sorprendió para bien", asegura el párroco.

En la bóveda se puede observar con claridad la representación del Apocalipsis. A un lado el cielo, en el contrario el infierno y sobre esas imágenes a los cuatro evangelistas (San Lucas, San Juan, San Mateo y San Marcos) con su tetramorfos (el toro, el águila, el hombre y el león, respectivamente). Presidiendo la escena, aunque tapado por el retablo, se sabe que está la imagen del pantocrátor.

Además, la rehabilitación incluyó la recuperación del estado primitivo del retablo, que también sorprendió a restauradores y sacerdote por la variedad policromática que escondía. "Estaba barnizado y su aspecto era ennegrecido, nadie imaginaba que debajo había todo un mundo de color que ahora, con las pinturas, hacen una unidad que resalta ese espacio de la iglesia", destaca Juan José Puras.

Los trabajos, valorados en unos 30.000 euros, afrontados por una parte con una subvención de la Consejería de Cultura y por otra con aportaciones del Obispado y vecinales, consiguieron "higienizar la zona, eliminar las grietas y cascotes consolidándolos con inyecciones de mortero y también se reintegraron los dibujos, en los que no nos encontramos grandes lagunas", apunta.

La iglesia también ha tenido un lavado de imagen exterior aplicando una carga a las paredes de piedras para revestirlas.

La finalización de los trabajos se celebrará mañana a partir de la una con la celebración de una misa, una explicación de toda la obra por parte de los restauradores y una comida en la plaza.

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