Las obras de reparación de las instalaciones municipales donde se encuentra la piscina climatizada de Cangas del Narcea se han iniciado esta semana. El equipamiento deportivo lleva cerrado desde el pasado mes de julio, tras resultar afectado por la explosión pirotécnica que se produjo la noche del 21 de julio, víspera de la celebración de la fiesta de la Magdalena en la villa; en el Prao del Molín, donde está situada la infraestructura. El Ayuntamiento mantiene la previsión de que las obras estarán finalizadas en el mes de abril y que inmediatamente después las instalaciones podrán volver a abrirse al público.
"La tramitación administrativa ha llevado su tiempo y el plazo de ejecución es de tres meses, un tiempo superior al que realmente necesita la obra", señala el alcalde, José Víctor Rodríguez, que asegura que con los tres días de desarrollo de los trabajos "se está viendo que la obra va muy avanzada".
La reparación fue adjudicada a la empresa valdesana Esvedra Obras y Reformas, la única que se presentó a la licitación, por un precio de 247.757 euros, 6.050 euros por debajo del presupuesto base de licitación. Las labores comenzaron con el desescombro y limpieza de los elementos que se vinieron abajo a causa de la detonación, entre ellos las cristaleras que cerraban todo el edificio. También se desinstalaron los falsos techos del inmueble y los operarios están en el proceso de limpiar las conducciones de los mecanismos de ventilación y climatización para luego proceder a rehacer la instalación eléctrica y poner en marcha esta misma semana la maquinaria para ver cómo están las conducciones. Cuando termine este proceso se empezará el montaje de la carpintería y las cristaleras.
Una vez que finalicen las obras, la puesta en marcha de la piscina podría ser casi inmediata. Primero se deben realizar las pruebas de los sistemas de cloración y depuración de la piscina, además se debe contar con los tres días de llenado de los vasos. "Tras la explosión tanto la depuradora como los filtros se han mantenido en movimiento, aunque no tiene la misma eficacia que en los momentos en los que la piscina está llena, pero una vez que se haga ese movimiento y que los análisis sean correctos entrará en funcionamiento", explica Rodríguez.
El regidor subraya la importancia de poner cuanto antes la piscina en funcionamiento "porque somos conscientes de que es un servicio vital para la salud y para el ocio de los cangueses, además de ser la joya de la corona del deporte dentro de la oferta que tiene Cangas".
La piscina fue el edificio municipal más perjudicado por la explosión pirotécnica, ya que está situada a tan solo 20 metros del lugar donde se colocan las máquinas voladores para las fiestas y donde se produjo la detonación. Entre los daños registrados se cuentan los destrozos en los ventanales y cierres, en puertas y ventanas, así como en toda la instalación interior: recepción, gimnasio, sauna, vestuarios y los vasos de las piscinas. También afectó a la instalación eléctrica, la climatización y parte de la fontanería. La explosión produjo 640 daños en toda la villa.
