"Es un lugar mágico". Así ve Covadonga Loza, vecina de 60 años de Casariego, en Tapia, el "eucaliptón" de moda por aparecer en la película del cineasta franco-gallego Oliver Laxe "Lo que arde", una de las candidatas para representar a España en la carrera por los "Oscar". Más que un árbol de dimensiones espectaculares, más que un eucalipto que se plantó en recuerdo a la entrada del maíz a Europa desde América, vía Tapia, "para los vecinos que tenemos una edad es, sobre todo, el parque de nuestra infancia".

En el pequeño pueblo tapiego Casariego, de unas veinte casas, saben que este querido y respetado árbol sale en la película, pero no dan tanto valor a esta circunstancia en particular como a la zona donde se encuentra y a la capacidad del árbol para recordar tiempos "pasados y felices".

"Es digno de ver", asegura Loza, para quien la ruta que lleva al eucalipto está poco promocionada pese a su gran valor paisajístico. "Para los vecinos el 'eucaliptón' es algo especial, un recuerdo vivo de nuestra infancia; crecimos con él, siempre fue impresionante para nosotros", relata.

También la vecina Josefina Cascudo, de 69 años, evoca su infancia solo con escuchar la mágica palabra: "Eucaliptón". "Para nosotros es un símbolo, algo emblemático", resume.

La ruta que lleva al árbol también es especial para muchos tapiegos. Antaño, en los alrededores de esta zona se celebraba la jira de las fiestas patronales del Carmen. Por esta razón, el "eucaliptón es muy especial para la historia de Tapia". Lo cuenta el historiador y escritor tapiego Diego Fernández, quien no duda en decir que este árbol, uno de los más grandes y antiguos de Asturias, es "poco conocido" pese a su valor histórico y natural. "Es un símbolo para Tapia, pero, desgraciadamente, no se conoce tanto en Asturias ni en la comarca", destaca. Para otro historiador tapiego, Pedro Fernández, " el eucaliptón es un emblema", "probablemente uno de los árboles más grandes del Principado" y un eucalipto "vinculado a la historia conocida de la entrada del maíz por Europa".

El hoy impresionante ejemplar (en el pueblo se dice que se necesitan al menos diez personas adultas para rodear el tronco en su parte baja) lo plantó en 1870 Octavio Cancio. Lo hizo en la finca "Riobarba", propiedad particular de esta familia pudiente tapiega. Allí, según la historia local, se sembró el primer maíz que llegó de América a Europa de la mano del marino tapiego Gonzalo Méndez de Cancio (1554-1622).

El director Oliver Laxe estaba buscando árboles de grandes dimensiones y se encontró con el ejemplar de Casariego gracias a la medición del Principado y del Ayuntamiento de Tapia, que ofrecieron las localizaciones. No lo dudó: la impresionante dimensión, su intrincada forma y el paraje que lo acompaña cautivaron al cineasta.

"El árbol es un actor más de la película", dijo Oliver Laxe a este diario el día que inició el rodaje, en julio de 2018. Al ser hijo de emigrantes gallegos, su conocimiento de la zona rural de la comunidad vecina le acercó, aún más, a Asturias. La película está rodada entre Os Ancares (Lugo) y Casariego y es, tal y como desveló en 2018 a este diario, "un retrato extremo del medio rural español en vías de desaparición". Cuenta la historia de un pirómano que sale de prisión y busca a su madre en una aldea de Os Ancares. Un incendio arrasa parte la comarca y los vecinos señalan al protagonista. "El fuego no es el tema de la película, sino el rural, la belleza de estas dos personas que viven allí", reveló a LA NUEVA ESPAÑA durante el rodaje que dirigió en Casariego.

Ahora el árbol tapiego puede llegar a la academia de Hollywood. La película donde sale, "Lo que arde", compite con "El hoyo" y "La trinchera infinita" para ser la candidata española al "Oscar" a mejor película internacional. El próximo 3 de noviembre se conocerá si Casariego tendrá su hueco en la 93ª edición de la gala estadounidense, que se celebrará, si la pandemia lo permite, en Los Ángeles el próximo 25 de abril.