El castro del Chao Samartín de Grandas de Salime, de la Edad del Bronce, no abrirá en Semana Santa. El alcalde del concejo, Eustaquio Revilla, confirmó este martes a LA NUEVA ESPAÑA que el mortero elegido para fijar el material no funcionó en la zonas altas de algunas construcciones. “Se está analizando qué pudo pasar para volver a hacer la fijación”, concretó Revilla.
El regidor avanzó que esta forma de proceder evidencia el cuidado y el mimo con el que se está llevando a cabo y supervisando todo el proceso de consolidación del castro, muy esperado en el concejo y en la comarca.
De hecho, la apertura pública del yacimiento genera mucha expectación. El castro, uno de los más singulares de Asturias, está cerrado desde que se iniciaron las obras en marzo de 2021. Tras concluir el plazo de ejecución formal, la empresa pidió una prórroga de tres meses. A principios de este año se esperaba la apertura del complejo para febrero, según confirmó el regidor. Más adelante, pequeños contratiempos, entre ellos la deficiente fijación del mortero en algunos puntos de las construcciones, retrasaron de nuevo la fecha de apertura prevista.
El proyecto de consolidación del yacimiento se financia con cargo a las ayudas públicas del 1,5% cultural del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, según el contrato. Se espera desde hace casi una década y es muy importante porque supone un desembolso público de 605.782, euros para evitar deterioro del enclave y para hacer más accesible su interpretación.
El proyecto original de las llamadas obras de emergencia y consolidación del castro de Chao Samartín fue muy polémico, al no contar con el apoyo de un grupo de arqueólogos y del Consejo Internacional de Monumentos y Sitios, que no daban de paso las actuaciones previstas. Finalmente, el Ayuntamiento de Grandas de Salime aceptó las modificaciones propuestas por este grupo, que el Principado asumió también.
El contrato se adjudicó a la empresa Cyrespa Arquitectónico S. L. por 605.782 euros. El plazo de ejecución se fijó en ocho meses, tras rebajar la empresa el periodo de la oferta de licitación, que lo estipulaba en cinco semanas más. Las obras tienen un plazo de garantía de 60 meses.
Para la ejecución, el Principado creó una comisión de seguimiento. Como ocurre con el patrimonio asturiano sujeto a reforma u obra, técnicos especialistas supervisaron todo el proceso.
