El perfil del sucesor de Cesáreo Marqués debe ser pixueto, tener gracia y creer lo que dice l'Amuravela

Cudillero tendrá nuevo recitador en 2025, el quinto desde que se recuperó el sermón laico en 1946

Un momento del recital de l'Amuravela en una pasada edición.

Un momento del recital de l'Amuravela en una pasada edición. / Miki López

Ana M. Serrano

El sucesor del actual recitador del sermón laico l'Amuravela debe ser pixueto, tener gracia y dotes de actor y creer en lo que dice el recital, al margen de quien lo escriba. Así lo cree el cronista oficial de Cudillero, Juan Luis Álvarez del Busto, nieto de Elvira Bravo, la mujer impulsora de la vuelta del sermón a Cudillero en 1946 tras 44 años de censura.

Del Busto asegura que la transición "es complicada", si bien cree que se hará "sí o sí porque es lo que toca". A buen seguro, al margen de la jubilación anunciada de Cesáreo Marqués (quien recitará este jueves, 29 de junio, su penúltimo sermón tras 39 años, tal y como anunció a LA NUEVA ESPAÑA), l'Amuravela seguirá ahí gracias al interés del pueblo y de los seguidores de esta tradición que congrega cada año a centenares de personas en la plaza de la Ribera.

"Hay que trabajar mucho porque l'Amuravela es algo serio, pero Cesáreo Marqués ya dio a conocer que estará ahí para lo que haga falta", cuenta el cronista oficial. Del Busto, se atreve además a dar el perfil: se busca un pixueto, con dotes de actor, gracia y con interés e ilusión por l'Amuravela. También con poder de persuacion y dominio del escenario. Debe creer lo que lee y no está de más que tenga autocontrol: los nervios pueden jugar una mala pasada ante el numeroso público que el recitador verá desde el barco expresamente atracado en la plaza de La Marina el día de San Pedro.

Cesáreo Marqués está dispuesto a seguir escribiendo l'Amuravela en pixueto más allá de 2024, aunque se sabe que no la recitará, el mismo día que cumpla 40 años haciéndolo. "De lo que no cabe duda es de mi apoyo a esta tradición", señala quien además confiesa que el sermón no es algo estático. Quiere decir que "cada año se estrena como una obra de teatro y hay que tener en cuenta eso: que, en cada edición la función es diferente".

En todo caso, asegura que su sucesor tendrá toda la ayuda y, en caso necesario, "estoy dispuesto a hacer incluso ensayos". El hermano mayor de la Cofradía de Jesús Nazareno y San Pedro Apóstol de Cudillero, Manuel Alfredo Fernández, cree que se debe dar el paso. "Estoy preocupado, pero también confío en que tendremos un recitador para esa fecha", apunta.

De hecho, ya hay candidatos, si bien "es pronto para definir nada porque estamos todavía muy lejos de ese momento, de 2025", añade. Fernández informa que, de momento, sólo se estudia una posibilidad, que Cesáreo Marqués siga documentándose durante todo el año para contar las novedades a San Pedro y poder escribir el sermón. Eso sí, será otra persona quien lo recite.

Un momento de la celebración de l'Amuravela, el día de San Pedro.

Un momento de la celebración de l'Amuravela, el día de San Pedro. / Mariola Riera

El sermón laico se recuperó en 1946 tras ser prohibido por la autoridad eclesiástica en 1902. Aquel año el recitador fue Antón de la Coloma. En el texto siempre ayudó Elvira Bravo, quien cuadró las rimas y le dio el sentir pixueto. Se recitó en castellano. En 1947 dio voz a l'Amuravela, ya en pixueto, Antonio García Novo, "Diego", y en 1948 lo hizo Juan Luis Álvarez Bravo, hijo de Elvira Bravo. Entre 1949 y 1953 volvió a ser protagonista Antonio García Novo, "Diego". Desde 1954 hasta 1984 cogió el testigo Juan Luis Álvarez Bravo, "Totó", quien siempre dijo que era un recitador "interino". Puso voz a sermones escritos por Elvira Bravo. En 1985 Cesáreo Marqués se convirtió en el orador de l'Amuravela. Primero sólo recitaba (era "Totó" quien escribía el sermón laico) y desde 1995 se ocupa de escribir y recitar.

Pregón, a cargo de un atleta

L'Amuravela se celebra este jueves, a las 13:00 horas, tras la misa (11:30 horas) y la procesión. El miércoles, 28 de junio, se espera el pregón a cargo del joven atleta cudillerense Rubén Marqués. El alcalde, Carlos Valle, elige a Marqués "porque ha conseguido destacar en el atletismo a base de esfuerzo y constancia". También señala que este mandato político su gobierno aspira a dar al deporte "un protagonismo especial" y por ello ofrece el pregón a un atleta local: "Es simbólico". "Iniciamos un mandato en plena ejecución de la acometida eléctrica de las instalaciones deportivas de Villademar, con la construcción de la pista de pádel y las canchas de fútbol y baloncesto, además de un circuito para practicar calistenia", indica Valle y anuncia que el Ayuntamiento "trabaja en un complejo con piscinas de agua salada".