La magia del Aramo

El Gamonal preside la difícil orografía del Aramo, donde se combinan grandes pastizales y profundas hondonadas, protegidas por enriscados murallones. El territorio que desde aquí se observa es mágico, pero también vulnerable, regalándonos las mejores panorámicas de la región.

La ruta de aproximación al Gamonal la llevaremos a cabo en su tramo final por el «camino de los neveros», que abordaremos justamente al lado de la iglesia parroquial La Piñera de Morcín, situada a 447 metros de altitud. Se accede siguiendo el curso de la carretera MO-2 que procede de la carretera N-630 a su paso por el lugar de Parteayer.

Los primeros 6 kilómetros que nos separan de la Vega de Bobies pueden realizarse aprovechando la traza de este camino convertido en una buena pista ganadera. En el aparcamiento de Bobies (921 metros) se deja el vehículo, iniciando la marcha con rumbo al Sur por una senda que inicialmente llanea bajo las quebradas siluetas de los picos Mosquil, Altares, Cuetu Huertu y Carralina. Muy pronto invadimos la majada de Ories, provista de una fuente y cabañas esparcidas por su campera.

En nuestra progresión a La Fonfría, el «camino de los neveros» se introduce en una forestada ladera que enmascara la base de los espolones de la sierra que pliegan los sucesivos canales de Güés, Furada y Carralina. En la cabecera de esta última canal mana la fuente homónima cuyas aguas abastecen los pastizales de la vega de Fontazán.

En ligero ascenso vadeamos dos arroyos adentrándonos seguidamente en la zona conocida como Canal Nidia. Después franqueamos un cierre tras el cual se escudan los pastizales de La Fonfría (1.000 metros). Situada en un rellano de la ladera, esta majada, considerada la más bella del Aramo, ocupa la cubeta de un circo de montañas en las que sobresalen los picos Lángano, Ortigal, Grietes y Garma. La Mata del Trapón es el bosque de hayas que rodea el numeroso grupo de cabañas levantadas al socaire de grandes peñas. El agua es también otro de los grandes protagonistas de esta zona, que está invadida por numerosos arroyos que surcan la zona, con buenas fuentes como la de los «Neveros», la mejor sin duda de todo el Aramo. El denso bosque que cubre el circo deja entrever los escabrosos canales de La Rasa, Texedal y el Corredor del Trapón, considerados los dos primeros como vías de difícil acceso a las altas cimas del Aramo.

En La Fonfría reiniciamos la marcha al Gamonal, tomando el «camino de los neveros». De profunda huella, discurre bajo la frondosidad del bosque y acompañado por la traída de aguas de La Nava. Más adelante, tras cruzar el Abeduriu, culminaremos otro tramo de ascensión en la majada de Covachos (1.250 metros) provista de cabañas y una charca situadas próximas a la carretera de Angliru. Nada más tomar contacto con el asfalto en plena curva de la carretera, cambiamos el rumbo hacia la derecha, arremetiendo por un sendero de fuerte desnivel que va al encuentro de la majada Ortigales, ubicada con una cabaña y corral sobre un promontorio de la ladera. El camino profundiza después monte arriba profusamente tapizado de acebos y espineras. Por ahí superamos Castrupín, nueva majada ubicada a nivel superior bajo los contrafuertes del Cantu Pomar, que resalta con una fuente y una cabaña adosada a un peñascal. Ladera arriba el sendero se retuerce en sentido ascendente hasta alcanzar el Toyu La Veguellina, donde sobresale un depósito de aguas con un millón y medio de metros cúbicos de capacidad. Por encima del mismo, el paisaje se ve cortado por el estrangulamiento de la peña formado por las laderas del Monrrasiellu y Cantu Pomar. No obstante, asoma nítida la recortada silueta del Gamonal, cuya mole cierra toda visión posterior.

Por el profundo tajo se interna el camino convertido en pista a partir de aquí, construida para uso exclusivo de la presa. Por medio del mismo llegamos a la base del Gamonal, dando fin momentáneamente a la dura ascensión. En este lugar se nos presentarán tres opciones con objetivos diferentes. La ruta del Angliru discurre pista adelante hacia el Toyu Tapinos, donde se conecta con la carretera a la altura de la Cueña La Casa. El segundo itinerario nos lleva hacia la empinada ladera coronada por el Gamonal bajo el cual se sitúa el Pozo de la Nieve. La tercera alternativa, marcha con rumbo escorado a la derecha que diagonalmente culmina en Llagu Bermiellu, collada intercalada entre el Gamonal y Monrrasiellu. Allí mismo se localiza esta pequeña charca que mantiene su caudal de aguas hasta la entrada del verano. Con facilidad se consigue desde aquí la cima del Gamonal (1.770 metros) en un tiempo aproximado de 3 horas de marcha.

De retorno a Bobies, caben muchas variantes, pero todas llevan implícito un buen conocimiento de la zona, teniendo en cuenta además la habitual presencia de la niebla. La ruta más bonita traza una línea descendente que baja directa por la cara norte del Monrrasiellu hacia las estribaciones del contiguo pico La Calzá. Después variando el rumbo al Este, retornaremos al Toyu La Veguellina, cruzando necesariamente La Fontica, fuente que mana sobre la misma ladera. En La Veguellina abordamos el camino de Ortigales. Una vez en esta majada nos iremos a nuestra izquierda por un sendero que en otros tiempos fue camino tradicional al puerto. Dirigiéndose al murallón del pico Lángano, en el mismo se intercalan un rosario de horcadas cerradas con alambre de espinos que cortan la caída de ganado hacia el abismo. Por la más elevada situada en la base de la Peña Ortigal pasa este camino de pastores sellado aquí por una portilla. Nada más franquearla nos hallamos sobre unos de los contrafuertes que dominan La Fonfría. Hacia allí bajaremos por la denominada Cuesta Esculca, en cuyo punto intermedio encontraremos el Fontán de la Cuesta. Es una fuente poco fiable, pues estará seca en época estival. Una vez en La Fonfría,retomaremos el camino de retorno a Bobies a donde llegamos tras unas 6 horas de marcha total. Desde aquí aún nos queda por recorrer los 6 kilómetros restantes hasta alcanzar La Piñera.