Reducen sueldos a los funcionarios, suben el IVA, se cargan derechos sociales sin despeinarse, han puesto montones de inyecciones de euros a la banca, que estaba muy malita. Inyecciones que se enquistaron porque no llegaron al órgano adecuado, es decir, a los ciudadanos, a los que no llegan a fin de mes, y que provocaron el cierre de empresas y tiendas. Con los bancos hay que tener cuidado, que de tanto apretarse el cinturón está ya cianótico.

El Gobierno repartió dinero a diestro y siniestro, como si fuera suyo. El más aberrante es el «cheque-bebé», otorgado linealmente. Es decir, por cada nacimiento 2.500 eurazos, igual a la hija del dueño de Zara por ejemplo, que mandaría a su chófer a recogerlo para comprarse el último bolso de Dior, que a la pobre mujer que no tiene ni para comer. Igualito que dar ordenadores a todos los nenes, sabiendo como sabemos que en muchos centros están guardados en el cuartón, porque resulta que luego no hay dinero para las instalaciones que necesitan para acondicionar los colegios.

Les pedimos que hagan un auténtico examen de conciencia, pero va a ser imposible, porque los políticos, creo, carecen de ella. Si no, cómo se puede pedir austeridad y apretarse el cinturón, cuando ellos siguen manteniendo sus prebendas: duplicidad en las administraciones, una política autonómica que nos ha llevado al garete, con millones para gastos superfluos: viajes, asesores, campañas, subvenciones a partidos y sindicatos... cuando ellos, los diputados que nos representan, no pagan el mismo IRPF que los demás, o sea, simplemente están exentos, y tampoco se jubilan tras 35 añitos de curro: a ellos les basta con siete. Y para qué hablar de los ministros, que con jurar el cargo ya tienen la máxima pensión... Eliminando estos gastos, cargándose ministerios y altos cargos, igual arreglábamos algo. Sobre todo porque ya sabemos que no les hacen ningún examen de capacidad intelectual, ni de otro tipo, a los/las ministros, que para muestra tenemos a Bibiana. Su última ocurrencia es totalmente genial, si no fuera porque pagarles a ella y a todo su Ministerio es quitarles el pan de la boca a unos cuantos españolitos que no van a cobrar el «cheque-bebé» (que debería ser de 5.000 euros si unimos los 2.500 que reciben las rentas más altas a los 2.500 de llegan para los que realmente lo necesitan).

Y que sepan que ya no se dice bebé. Ahora será el cheque CRN (criatura recién nacida) porque el término recién nacido sonaba sexista... Bibí, la del Ministerio de Igualdad, y Trini, la del de Sanidad, han decidido que de ahora en adelante se dirá «criatura» en la ley de Salud Sexual y reproductiva (sí, sobre todo reproductiva), o sea, que tienes que decirlo así: CRN. Así que ya saben, cuando pregunten a una pareja osada que haya traído un niño/a al mundo, le preguntan... ¿como se llama tu CRN?... Y todos felices, que somos los más progresistas del mundo mundial.