A día de hoy, ¿le interesa a Mariano Rajoy revalidar la Presidencia del Gobierno? Rotundamente, no. Hoy aún menos que ayer, tras conocerse la desviación del objetivo del déficit por encima del cinco por ciento; en números, más de 8.600 millones de euros sobre las directrices marcadas por Bruselas. Sea por incapacidad propia o por laxitud a la hora de poner orden en las finanzas autonómicas, el actual Gobierno le entrega al venidero en herencia una factura de intereses más elevada y un previsible nuevo tijeretazo para cumplir la ordenanza europea, que España se ha saltado ocho años seguidos y que cada vez será, sin duda, más severa. Si Pedro Sánchez alcanza la Moncloa, tendrá que replantearse su propuesta de incrementar el gasto público como estrategia para excitar la economía. ¿Creen que Rajoy está de humor para asumir otros cuatro años de recortes, seguramente aún más salvajes? Ni lo sueñen.