La semana pasada les hablaba acerca de unas sabias reflexiones de Mario Benedetti para todas las personas, hombres y mujeres, que han sobrepasado los 60 años. Resumiendo el artículo anterior:
1) Use el dinero que ahorró durante toda su vida. No lo guarde. Gástelo para usted mismo. Deje de preocuparse por la situación financiera de sus hijos y nietos. Ya no es época de sostener a nadie de su familia; sea un poco egoísta. No haga inversiones. No se angustie por poca cosa. Aliméntese bien y haga ejercicio físico acorde a su edad.
2) No caiga en la tentación de vivir con hijos o nietos, aunque de vez en cuando vaya unos días como invitado. Consiga una buena ayuda que colabore en las tareas del hogar y sólo tome la decisión de vivir con su familia cuando no dé más de sí o sienta que el fin está próximo.
3) Nada de ser muy moderno. Intente ser clásico. Es triste ver a gente mayor con peinados y atuendos hechos para jóvenes o llevando a cabo actitudes muy juveniles.
4) Lea libros, escuche la radio, vea buenos programas de televisión, use internet, vaya al cine, teatro, conciertos, telefonee a los amigos. Relaciónese. Y manténgase siempre actualizado.
5) Hable poco y oiga más. Su vida y su pasado sólo le interesan a usted. Si le preguntan por estos asuntos, sea breve y procure hablar de cosas buenas y agradables. Jamás se lamente de algo. Hable en tono bajo y con cortesía. No critique nada. Relativice todo lo que pueda. Acepte las situaciones tal y como son. Usted, a estas alturas de su vida, ya ha experimentado que todo es pasajero. Nada es para siempre en este mundo, ni siquiera los problemas.
6) Los dolores y las molestias estarán presentes, no los vuelva más problemáticos de lo que ya son, hablando permanentemente de ellas. Trate de minimizarlas. Al final, ellas le afectan solamente a usted y son problemas suyos y de sus médicos.
7) No permanezca tan apegado a la religión, rezando todo el tiempo. Dentro de poco podrá hacer sus pedidos personalmente.
8) No se rinda aunque el frío queme, el miedo muerda, aunque el sol se ponga y se calle el viento. Aún hay fuego en su alma, aún hay vida en sus sueños, porque cada día es un comienzo nuevo. Porque ésta es la hora y el mejor momento.