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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Un Sporting de inmigrantes

Se detecta cierta desazón entre el aficionado del Sporting a cuenta de este inesperado volantazo en el sistema de contrataciones: no llegan en patera, a Dios gracias, pero el club ha optado este verano por contratar inmigrantes. La alineación dominical puede parecer esta temporada una reunión de cascos azules: los hay portugueses, de Ghana, de Finlandia, franceses, británicos y un suizo-angoleño.

Torrecilla, como el profesor Livingstone, supongo, ha preferido explorar el mercado internacional a la vista del fiasco del curso anterior y seguramente también a causa del elevado precio a que se cotiza el kilo de solomillo autóctono. La propuesta consiste en contratar jugadores veteranos que habrán de combinar con la chavalería de la cantera. Veremos si Baraja logra hacerse entender en medio de esa torre de Babel en que se ha convertido la plantilla, entre los que hablan lenguas extranjeras y los que se pronuncian en asturiano.

La afición debería, sin embargo, no observar con tanto recelo la llegada de una legión de condotieros al ejército rojiblanco, a la vista de las lágrimas de cocodrilo de los que juran amor eterno. Al menos a priori conviene otorgarle a la dirección deportiva el beneficio de la duda. Hay que dejar pasar unas jornadas y esperar a ver cómo ensambla el engranaje antes de que güelfos y gibelinos nos encomendemos al sano ejercicio de la crítica, que peca en ocasiones de despiadada.

Asegura Torrecilla que hay dinero para firmar a un atacante de garantías, puesto que un rematador se antoja la mayor necesidad para plantearse el objetivo innegociable el ascenso. El salmantino ya no puede fallar: esta temporada, o puerta grande o enfermería.

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