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Mariola Riera

Radio Patio

Mariola Riera

La colada

Un tendal dice mucho de quién vive en un piso y cómo

Día de colada. Parece que todo el mundo se ha puesto de acuerdo. Un intenso olor a suavizante inunda la casa. Predomina la ropa de hogar: sábanas, toallas, edredones... Los sábados son para mudar las camas, renovar el baño y airear esa manta del sofá que ya está fundida con la tapicería.

¡Habrá cosa más guapa y más símbolo de actividad vital que los tendales a rebosar de ropa! Un patio de luces sin ellos es como una primavera sin salir al campo a ver las primeras flores asomar... O sea, como ésta.

Observar qué cuelga de cada tendedero desvela mucho de quién habita en cada casa y cómo: nivel de limpieza y orden (los de al lado tienden al milímetro y no mezclan el blanco con el color); aficiones (hay varios que duermen con el escudo del Oviedo en su pijama); costumbres (de esto, ahora ni idea, pues las costumbres están prohibidas en el estado de alarma); cómo se ganan allí la vida (hay mucho obrero, algún vigilante de seguridad, aunque predomina el pantalón vaquero), si en la familia hay niños (aquí la variedad abruma entre colores y dibujos animados en las camisetas)...

Los sociólogos deberían prestar más atención a los tendales de ropa para conocer a la población, igual que los espías de las películas investigan en el cubo de la basura. Ambos puntos son una mina de datos.

En el patio de luces, la radiografía de estos días sería algo confusa.

Pijamas, chándales, mallas, calcetines de los gordos y alguna camiseta predominan desde el primer hasta el sexto piso, tanto en los bloques de la derecha y la izquierda -del Oviedo de los años 60- como en el de enfrente -algo más moderno, construido en los 90 o así-. Conclusión: o gente muy deportista o gente muy vaga. Pues no, gente de confinamiento.

En muchos tendederos se pueden ver abrigos, gabardinas, parkas... No es que haga mucho frío y aunque lo hubiera daría igual porque no se sale a la calle (desde ahora mucho menos). Resulta que con el cambio de estación toca guardar la ropa de invierno e ir sacando ya la de "entretiempo". En unos días, más que ropa colgada los tendales se quedarán "colgados" en el patio de luces. Poca ropa habrá que lavar.

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