La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tino Pertierra

SOLO SERÁ UN MINUTO

Tino Pertierra

La llamada del congelador

Adriana: "Siempre dejo para el día siguiente la decisión de aplazar mis grandes desafíos. Lo cual no deja de ser un juego muy divertido porque trazar y destrozar planes entretiene mucho. Al menos, a mí. Mis preferidos son los planes de choque. Elijo qué zonas de mi vida están en estado de acuse y derribo y hago una lista de objetivos a largo, medio y corto plazo.

Normalmente no paso del primer plazo, aunque una vez, hace muchos años, aguanté como una campeona en el gimnasio durante tres meses. Lo dejé en el cuarto, cuando me engañé a mí misma pensando que podía ahorrarme el dinero y hacer en casa los ejercicios. Ilusa.

No soy original: también me apunté a una academia de inglés, compré un libro que prometía acabar con todas las dietas, mantuve la nevera libre de tentaciones durante casi quince días (hasta que mi marca favorita sacó un helado de vainilla y browning que? uf, me entran sabores fríos solo de recordar mi primera vez), dejé de fumar durante dos semanas, mantuve a raya las discusiones con mi exnovio a lo largo de tres fines de semana (al cuarto le dije que se fuera a paseo, y aún no ha vuelto), quise desterrar la rutina laboral, seleccionar mucho lo que veo en televisión (¿por qué estoy viendo esta basura ahora mismo de famoseo?), leer un libro al mes que valga la pena, desclavarme de los oídos las tertulias radiofónicas de listillos, mostrar más empatía y dejar de criticar a los que critican porque me estoy criticando a mí misma.

Oh, sí, si el mundo se moviera por nuestras mejores promesas daría gusto vivir en él, sabría a vainilla y... Pero lo mueven nuestras obras, ¿y sabes qué pasa? Que nuestras obras se levantan sobre promesas en ruinas, los planes presentan grietas que anuncian derrumbe. Ausencias, concesiones, tentaciones irresistibles, trifulcas que parecen inocentes, inercias arrolladoras, morbos con imán, novelas sin abrir, cotilleos legañosos y montones de claudicaciones que hacen muy buenas migas con nuestras debilidades y nos hacen creer que dominamos el juego de perder... Creo que voy a abrir el congelador".

Compartir el artículo

stats