Hay momentos donde uno necesita, en beneficio de su salud mental, desconectar del monotema que nos ahoga los cinco sentidos y de cuyo nombre no quiero acordarme, ni ustedes probablemente que yo se lo recuerde. En mi caso, buscando respirar un poco de aire limpio y puro, lo que hago es sumergir mi atención en aquellas secciones de la prensa, en las que la probabilidad de cualquier tipo de contagio por parte de aquello de lo que huyo, sea mínima. Fue de ese modo como este pasado domingo, me encontré de repente leyendo en LA NUEVA ESPAÑA un artículo sobre algo que, por otro lado, ya conocía de tiempo atrás: el que en la próxima película de la saga de James Bond, “Sin tiempo para morir”, el bueno de James se hallará en el exilio y su puesto como agente 007 será ocupado por una mujer. 

Sobre esto y como fiel seguidor de las películas del más famoso agente al servicio de su Majestad, poco tengo que objetar. Allá cada cual con lo que decide hacer con su gallina de los huevos de oro. Me limito a recordar con sumo cariño no exento de nostalgia, que la primera película en VHS que alquilé en un videoclub fue “Desde Rusia con amor”. La llegué a ver dos o tres veces en las 48 horas que pude disponer de la cinta. ¿Se acuerdan por cierto de aquel escalofrío que te recorría todo el cuerpo, cuando al llegar al videoclub, no recordabas si la habías rebobinado? 

En aquella vieja película del 1963, el papel del agente creado por el escritor británico Ian Fleming, era interpretado por Sean Connery, tristemente fallecido hace pocos días. El actor escocés fue de largo al que mejor le quedaba el traje del invencible e irresistible agente secreto. Sólo Roger Moore logró con su pícara sonrisa del santo que había sido en otro papel, si acaso acercársele. Tras ellos, la nada. 

Como cabía esperar, el anuncio de que la actriz también británica, Lashana Lynch, sería la nueva 007, hizo levantar ampollas entre los más fanáticos seguidores de James Bond. Tanto fue así, que la propia actriz de 32 años, conocida por su interpretación como Maria Rambeau en la película “Capitana Marvel”, decidió ausentarse durante algún tiempo de las redes sociales.

Habrá que esperar al estreno de la película para ver qué tal resulta esta jugada de marketing en las taquillas. Porque se trata de eso y no de otra cosa; ¿por qué si no negra y por qué bella? ¿Acaso no podría ser una asiática poca agraciada según los actuales cánones de belleza, una más que competente agente 007?

Hasta entonces y por citar sólo dos ejemplos, me quedo con personajes femeninos espectaculares, como lo son el de la heroína Lisbeth Salander en la trilogía “Millenium” o el de ‘La Novia’ en “Kill Bill”. Y me consolaré creyendo que James Bond no está ni exiliado ni menos aún muerto, sino que simplemente se ha ido de parranda.