Opinión

La contradicción entre migración y talento

La falta de personal con buen nivel educativo, estudios y preparación en los países desarrollados

La inmigración sigue en su camino de contradicciones. Mientras para unos es nefasta, para otros es aprovechable. La búsqueda de personas cualificadas laboralmente parece que cambia tras la pandemia de la que no acabamos de librarnos. Supongo que no será una panacea para los migrantes y puede agudizar la discriminación pero los países ricos han empezado a buscar jóvenes cualificados con reclamos atractivos en muchos casos. Varios estados europeos, los del Norte de América y países en desarrollo no solamente acogen a inmigrantes para realizar los trabajos abandonados por sus nativos, ahora buscan el talento de los que intentan llegar a un mundo mejor.

El bajo índice de natalidad, el envejecimiento de la población, al tiempo que los clásicos oficios parecen denostados, está produciendo en los estados del llamado primer mundo gran escasez de mano de obra cualificada y de talento. Se habla de crisis de abastecimiento y de fabricación limitada por causas de la pandemia sanitaria y eso oculta o deja en segundo plano otras crisis. Una de ellas es la falta de personal con buen nivel educativo, con estudios, con preparación.

Una nueva ley de inmigración en Alemania llega a ofrecer permiso/pasaporte de trabajo rápido y hasta seis meses para entrar en el país y encontrar empleo. Fue aprobada en un parlamento con un gobierno de derecha, que calcula que el país necesita unos 400.000 nuevos inmigrantes. En España el mayor número de las iniciativas que llegan al Congreso van en sentido contrario. El Ejecutivo de Canadá, país con una población estimada este año en 38 millones de habitantes, estudia conceder residencia a un millón doscientos mil nuevos inmigrantes en 2023. Australia, que cerró sus fronteras motivada por la pandemia, pretende duplicar el número de inmigrantes que permitía cada año para el próximo ejercicio. Israel anuncia que contratará miles de sanitarios nepalíes. En fin, la búsqueda de capacitados para trabajos físicos y titulados en profesiones científicas, está a la orden del día.

El “efecto llamada” que los conservadores europeos esgrimen contra la llegada de extracomunitarios está en revisión en algunos países. Las medidas programadas por diversos gobiernos pueden ser discriminatorias y contradicen las teorías de industrialización de los países subdesarrollados para luchar contra los desplazamientos masivos hacia el mundo desarrollado. Esos programas absorben el talento que surge, en muchos casos con gran sacrificio público, en países pobres y agrandan las diferencias entre las economías potentes y las emergentes o en proceso de crecimiento.

La contradicción se pone de relieve en países con un porcentaje elevado de desempleo. Quizá acentuado por las condiciones económicas de ciertos programas que incentivan la contratación frente a convenios más precarios. También por el conocimiento de las propuestas en contra de partidos contrarios a la inmigración, del populismo de ultraderecha. En esta puja ganan quienes pueden y crean leyes y programas más generosos, eficaces para quien busca un mundo mejor. En Japón, tan cerrado en sí mismo, están estudiando la revisión de los permisos temporales para convertirlos en permanentes, ante el envejecimiento de la población.

Reino Unido, tras su brexit, dificulta la contratación de inmigrantes europeos mientras sus empresas buscan trabajadores que dinamicen la vida de los británicos. Y en Australia la hostelería busca cubrir unas cien mil vacantes.

“La mayor victoria del movimiento político antinmigración [en España] en la última década no ha sido ocupar gobiernos, sino influir a quienes los ocupan y determinan”, señala el informe “La política del miedo: una radiografía de la narrativa de las migraciones en el Congreso de los Diputados”, publicado por la Fundación por Causa-Political Watch, este reciente mes de noviembre de 2021. Mientras tanto se leen noticias como esta: “Frontex, la agencia europea de fronteras, acelera las expulsiones en pleno endurecimiento del control migratorio y bate el récord de devoluciones en el primer semestre del año...”. Hoy en España la ultraderecha contraria a la inmigración comienza a ser necesaria para aprobar leyes y su ideología ya influye en la vida de un país con un elevado porcentaje de paro pero falto de profesionales en numerosos trabajos. ¡Qué contradicción!

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