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Fernando Corral Mestas

Sostenibilidad con apoyo fiscal

La necesidad de incentivos a los empresarios turísticos

La celebración del Día Mundial del Turismo adquiere este año una relevancia especial tras los años de pandemia y de gran inseguridad que nos han precedido. Nos encontramos con un nuevo panorama en el que han adquirido una preponderancia especial aspectos como la sostenibilidad y la reducción de la huella de carbono y la protección de la biodiversidad.

La atención a estos asuntos, que desde las empresas turísticas ya estábamos realizando, se ha hecho radicalmente imprescindible por la elevación de los precios de la energía y del resto de suministros, tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Una y otra situación, el covid y el alza de los productos energéticos, nos lleva a plantearnos mundialmente la necesidad de repensar el turismo hasta el punto de que es el lema que ha adoptado la Organización Mundial del Turismo en este año.

El turismo es un poderoso factor impulsor del desarrollo sostenible y por su diversidad puede fomentar la inclusión, la protección de la naturaleza y el entendimiento cultural. El objetivo al que se dirigen hoy los esfuerzos en casi todos los ámbitos económicos, pero especialmente en el turístico, es invertir en un turismo limpio y sostenible, reduciendo el consumo energético del sector, adoptando medidas de emisiones cero y protegiendo la biodiversidad.

En Asturias llevamos alguna ventaja en algunos de los ODS que Naciones Unidas plantea como objetivos, como la conservación de bosques y espacios naturales o la disponibilidad y gestión del agua limpia y, en algunos aspectos, ya hemos tenido un desarrollo sostenible. Nuestro crecimiento turístico no se ha sustentado en la invasión de nuestras costas y nuestras montañas con edificaciones densas e invasivas, sino que lo ha hecho, salvo muy contadas excepciones, de una forma suave y respetando el medio ambiente y la etnografía. Esto es algo que, además, se nos reconoce y nuestro entorno natural es unánimemente valorado por los visitantes.

Así pues, estamos en una situación de ventaja, pero es necesario aún dar muchos pasos en la dirección marcada que no es otra que la recogida en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible siguen siendo nuestra meta.

Pero no solo en el ámbito del medio ambiente sino en todos los aspectos que se recogen en esos 17 objetivos como la inclusión social y económica o la igualdad. El turismo nuevamente tiene trabajo avanzado. El 60% de los puestos de trabajo turísticos están ocupados por mujeres y casi la mitad tienen menos de 34 años. El turismo lleva actividad económica a zonas rurales y recupera ámbitos geográficos deprimidos. Aun así, hay que insistir en esta dirección facilitando la incorporación de personas con algún tipo de discapacidad.

La situación actual es de una gran incertidumbre y las empresas turísticas tienen gran dificultad para cubrir sus índices de rentabilidad. No es la situación ideal para poner en marcha soluciones que supongan costes extras para las empresas y comprometan aún más su pervivencia.

En esta labor tienen que involucrarse las administraciones públicas que facilitan al tejido empresarial cumplir los 17 objetivos de desarrollo sostenible. Es necesario inyectar al sistema empresarial fondos suficientes que faciliten a las empresas la transición hacia modos de gestión y desarrollo más sostenibles mediante beneficios fiscales que incentiven esta evolución.

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