La nueva normalidad era esto
Cuando la pandemia iba ya aflojando se anunció una “nueva normalidad”, pero la normalidad es por naturaleza un estado de cosas que se autofabrica cuando y como quiere. Ahora vemos que la nota más distintiva de la nueva normalidad realmente surgida es una relajación de la tensión de trabajo. Los horarios de casi todo se han vuelto flexibles, como si la calima que llega del otro lado del Estrecho se hubiera metido en nosotros, mucha gente ha caído de pronto en la cuenta de que no merece la pena trabajar tanto (ni incluso hacerlo), le salen holguras al cumplimiento de cualquier compromiso, puede uno envejecer esperando que le cojan el teléfono en un servicio público o privado y el teletrabajo es un coladero. Es pronto todavía para decir que España ha dejado de funcionar y tampoco sé si es bueno o es malo lo que pasa, pero luego no nos quejemos si el PIB afloja, pues el PIB somos todos.
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