Que cante Víctor Manuel a la Variante

Francisco García

Francisco García

Los “iluminati” de este país, las luminosas fuerzas vivas de esta región y aledañas, nos han adelantado los Reyes a los asturianos, que no llegan, como pareciera o pareciese, con la saca anticipada sino con décadas de retraso, atascados como estaban en la Cordillera. Nos han traído -¡albricias!- un trenecito. O mejor dicho, una moderna vía, que los convoyes iniciales serán los de siempre. Hasta que lleguen los Avril anunciando la nueva primavera ferroviaria.

Viene la vía de los Magos con túnel incorporado, que es metáfora de la luz al final del lado oscuro. Del pasado dieciochesco y tenebroso nos incorporamos, sin ánimo de retorno, al siglo de las luces 2.0. ¡Ay, si Jovellanos levantara la cabeza y viera que el caballo de hierro, ahora dotado de cuatro motores eléctricos trifásicos síncronos y autopilotados de 1.100 kW cada uno, no alcanzará de inicio su preciada villa marinera!

Ya es historia, seguramente historia negra, que los túneles se anegaran, amenazando a la ingeniería con convertir la Variante en una permanente vía de agua o en el circuito de un tren de lavado. También son historia, como se puso de manifiesto en los fastos del miércoles, los reconocimientos y los olvidos, los que llevan a su vera el alejandrino y pardo bote de las medallas y los que pagan el silencio de los cascos rotos.

En la inauguración metafórica, pues no hay trenes nuevos ni nuevas estaciones, del recién estrenado trazado férreo hubo alusiones frecuentes al secular aislamiento de esta tierra que es ínsula. Roto el paredón calizo, acallado el muro de las lamentaciones, reclamemos a Víctor Manuel que en el concierto de hoy en el Auditorio de Oviedo recupere en homenaje el viejo himno, que ha abierto la muralla.

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