Salas, un camino, un destino y una esperanza

La primera edición nativa digital de LA NUEVA ESPAÑA en un municipio de menos de cinco mil habitantes, un logro histórico del periodismo de proximidad

Dibujo de uno de los rincones más característicos de la capital de Salas

Dibujo de uno de los rincones más característicos de la capital de Salas / Pablo García

Editorial

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La edición nativa digital de LA NUEVA ESPAÑA en Salas (lne.es/salas/), primera que este periódico lanza en un municipio de menos de cinco mil habitantes, supone un logro histórico en el periodismo de proximidad. Porque simboliza un compromiso con la Asturias rural, a la que con más dureza está castigando la despoblación y el envejecimiento. Porque demuestra que la relevancia informativa nada tiene que ver con el peso demográfico, sino con la capacidad de un territorio para moverse y generar hechos relevantes, acordes a su dimensión, dignos de ser compartidos. Y porque combate el derrotismo y se aferra a una esperanza: hay mucho por descubrir en Asturias. El municipio que sabe hacia dónde va encuentra su camino y su destino, como publicitó el propio ayuntamiento estos días en su vídeo promocional de Fitur.

El nacimiento de la edición coincide con el anuncio de que la compañía holandesa que va a rescatar la fábrica láctea cerrada hace un año en la villa aumenta su inversión y comienza en breve a instalar maquinaria. Los vecinos confían en que los planes para producir mozzarella, con más de 80 empleos, ejerzan un efecto arrastre. Y lo que venga no va a pillarles desprevenidos. El polígono de El Zarrín está agotado, aunque con posibilidades de ampliación si hubiera demanda, y progresa otro, Nonaya Este, en trámites ambientales.

Con trabajo nadie se va y otros vienen. Muchos jóvenes han permanecido fieles a los orígenes y construido desde aquí sus proyectos vitales. Lo posibilita la situación, a 25 minutos del cogollo central, del Aeropuerto y de la costa, aunque el avance de las comunicaciones aún esté por completar y culminarlo debería convertirse en una prioridad para los gobiernos central y autonómico. La escuela para bebés está llena, con 35 niños. Afincarse requiere vivienda. El Ayuntamiento prevé más suelo para casas unifamiliares. Dos promociones cerca del paseo principal y del centro de salud incrementarán la disponibilidad residencial.

LA NUEVA ESPAÑA abrió hace 33 años un camino inédito en la prensa asturiana con sus ediciones en papel para abarcar desde una perspectiva más cercana todo el territorio regional. Primero apareció la de Avilés, en 1991, a la que siguieron sin solución de continuidad las de Gijón (1994), Las Cuencas (1996), Oriente y Occidente (2001) y Oviedo y el área central (2015). El éxito de todas ellas fue uno de los pilares que propició el espectacular crecimiento del periódico hasta situarse sistemáticamente entre las diez cabeceras impresas nacionales con mayor audiencia y ventas.

La diversidad es un tesoro de la región y las ediciones –su reflejo–, la respuesta a las múltiples Asturias. La revolución tecnológica evolucionó el modelo hacia el ámbito digital, en paralelo a los nuevos hábitos sociales, con la puesta en marcha de nuevos proyectos de información local en Siero (2021), Llanera y Villaviciosa (2022), Grado (la pasada semana) y ahora este. El lector manda. Elige dónde, por dónde, cómo, cuándo y cuánto quiere informarse.

Con las ediciones nativas digitales LA NUEVA ESPAÑA persigue el periodismo total. El que afronta la actualidad con sentido de comunidad a la vez que suministra crónicas y reportajes casi a la carta de lo que preocupa a cada individuo respecto a su calle, su pueblo o sus vecinos. Por ahí profundizamos en el gran salto cualitativo: no solo se trata de ofrecer noticias a una colectividad, sino también de abrirla al mundo y hacerla accesible a quien le seduzca desde cualquier parte.

Como ahora en Salas. El concejo rompe fronteras. Virtual y físicamente. Subiendo a El Viso en un día despejado, como los de estas semanas atrás, físicamente ya desborda sus límites. Sobre el manto de algodón de las nubes arropando los valles que mece el Narcea, la mirada alcanza a las vértebras del edificio de Calatrava en Oviedo y a los acantilados bravíos de la proa del Cabo Peñas. Pocos miradores estratégicos sobre el corazón de Asturias como este pueden hallarse desde los que contemplar un espectáculo tan sublime y conmovedor.

La ruta jacobea, sendas ciclistas y peatonales, el salmón... A la riqueza natural, el patrimonio tampoco le va a la zaga, con nueve bienes de interés cultural

La ruta jacobea, 200 kilómetros de sendas ciclistas y peatonales, el salmón… A la inmensa riqueza natural, la patrimonial tampoco le va a la zaga. Hasta nueve bienes de interés atesora el municipio, a los que sumar el lujo indiano de Malleza, el mausoleo del fundador de la Universidad, Fernando de Valdés y Salas, la activa Fundación Valdés-Salas que lleva su nombre para promover la cultura o el monasterio de Cornellana, de cuyo milenario, una oportunidad para completar su restauración y definir su uso, ya hablamos largo y tendido en este mismo espacio. 

Contar de cerca las cosas de Salas y acercar Salas. Con este doble objetivo damos los primeros pasos. Algunos lo llaman hiperlocalismo, aunque no deja de ser el periodismo local de siempre elevado a la máxima potencia con modernas narrativas: vídeos, infografías interactivas, galerías de fotos, podcast… Un periodismo insustituible en la sagrada misión de defender la verdad que profundiza en la explicación de los acontecimientos y los extiende casi sin restricciones de tiempo, espacio o distancia. Iniciamos un reto apasionante. Los lectores son los verdaderos dueños de los periódicos. Desde este sábado, LA NUEVA ESPAÑA pertenece un poco más de los salenses. Remando a su lado pondremos todo nuestro empeño para que esta aventura llegue muy lejos.