Opinión

¿Martes de Campo sin el Campo?

La ciudad dispone de espacios mucho más idóneos que el parque para llevar el Día de las Fuerzas Armadas

Que el Día de las Fuerzas Armadas se celebre este año en Oviedo es una magnífica oportunidad para la ciudad de la que me alegro. Una buena noticia que contribuirá a difundir la imagen de Oviedo y a acercar a la ciudadanía a sus Fuerzas Armadas. Nada que objetar. El problema viene por la decisión de privar a los ovetenses de una de sus tradiciones más arraigadas: la celebración del Martes de Campo en el Campo.

La Cofradía de la Balesquida es la más antigua de la ciudad y se encuentra entre las más vetustas de España. Vinculada al gremio de «xastres» o alfayates desde el siglo XIII, organizaba las fiestas y celebraciones de la Pascua de Pentecostés. Tres días de que concluían en el martes, aún no «de Campo» pues la procesión de devotos arribaba hasta Santa Ana de Meixide, en el barrio de Vega, donde se daba buena cuenta del torrezno con pan de «fisga» y medio cuartillo de vino blanco de «pasado el monte».

A partir de 1787, la procesión llegó solamente hasta la capilla de Santa Susana, en la calle homónima y hoy desaparecida, quedando ya para siempre la fiesta unida al cercano Campo San Francisco, con lo que ya pasó a denominarse Martes del Campo o Martes del Bollo.

Son muchos años de vinculación de la antigua fiesta de La Balesquida, los ovetenses y el Campo que sería triste interrumpir este 2024.

La ciudad dispone de espacios para llevar a cabo los eventos necesarios relacionados con el Día de las Fuerzas Armadas (exposición de material, vehículos o equipamiento militar) mucho más idóneos que un espacio como es el Campo que, cabe recordar, es un Jardín Histórico protegido y que ya sufre suficientes abusos.

Uno de esos espacios mucho más adecuados es el recinto de la antigua fábrica de armas de La Vega, propiedad de Defensa, por lo que no plantea ningún problema de cesión, con espacios cubiertos como la nave de cañones de Sánchez del Río y un buen número de calles que otorgan un óptimo espacio expositivo. Esta decisión no solo contribuiría a mantener nuestra secular tradición, sino que permitiría no inferir un nuevo abuso al Campo y brindaría a la ciudadanía una nueva ocasión de conocer y visitar La Vega.

Por tanto, disfrutemos de nuestra vieja tradición del Martes del Campo en nuestro Campo, “justo orgullo de los ovetenses” como bien lo definiera Juan Antonio Cabezas. Y no olvidemos que, a fin de cuentas, como decía el novelista francés André Malraux, «la tradición no se hereda, se conquista».

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