Benia de Onís contará a finales de 2016 con la primera central térmica de biomasa de Asturias. El Grupo Hunosa y el Ayuntamiento de Onís han acordado la construcción en la capital del concejo de una red de calor de biomasa, que surtirá a todos los establecimientos y particulares que lo deseen. La inversión se acercará a los 900.000 euros y permitirá a los vecinos ahorrar, como mínimo, un 15 por ciento en la factura del agua caliente y la calefacción, según los cálculos de la empresa. El combustible que Hunosa utilizará para calentar el agua será vegetal, procedente de la corta de árboles de los bosques públicos locales, que serán objeto de repoblaciones con arbolado autóctono.
La construcción de la central térmica de biomasa y de la red de distribución de calor comenzará, salvo imprevistos, este mismo año. El Grupo Hunosa ha adquirido varias fincas en la zona conocida como la Ería la Vega, al norte de Benia. El Ayuntamiento acometerá en breve la ampliación de los accesos a esa zona, a la que en la actualidad se accede por callejuelas muy estrechas. La instalación de la Ería la Vega contará con un almacén de astillas y una caldera de biomasa.
El proyecto prevé habilitar lo que se denomina una "red de calor", un circuito cerrado por el que discurrirá agua caliente, que llegará a los usuarios finales. En una primera fase, la central térmica abastecerá a particulares y a locales públicos como el centro de salud, el colegio público, la bolera y los vestuarios de la pista polideportiva, el Edificio Consistorial y las futuras viviendas protegidas en alquiler que las autoridades locales pretende construir en la localidad. En una segunda fase se dotará de agua caliente procedente de la central de biomasa al complejo de Tullidi, donde se ubican centros como el del quebrantahuesos.
El Grupo Hunosa realizó meses atrás un detallado estudio de viabilidad, en el que consultó a vecinos y empresarios de Benia, localidad que cuenta con unos 300 habitantes (esta cifra se cuadruplica en verano), con el objetivo de saber si estarían dispuestos a convertirse en usuarios de la red de calor de biomasa. El respaldo vecinal, casi unánime, y el apoyo de las autoridades locales al proyecto acabó de convencer a la empresa.
En teoría, el consumidor final ahorrará un mínimo de un 15 por ciento en la factura energética, aunque el porcentaje final dependerá de las ayudas públicas y de los gastos que genere la inversión. Pero, además del ahorro, la construcción de la central térmica de biomasa permitirá acometer la limpieza de los montes de Onís, pues las autoridades municipales y Hunosa firmarán en breve un convenio que hará que el combustible salga de la masa forestal pública del concejo. Para ello, el Ayuntamiento se propone elaborar junto con Hunosa y el Gobierno del Principado un plan de uso y gestión de los montes de utilidad pública de Onís, que podría estar listo en un año. Este plan incluirá repoblaciones con arbolado autóctono.
Los usuarios finales no tendrán que pagar nada por el enganche a la red de calor, pues la empresa que impulsa el proyecto llevará la red hasta las casas. El agua caliente llegará a las viviendas a través de unas subestaciones térmicas, que cuentan con equipos de regulación, contaje intercambio o almacenaje.
Entre las ventajas que la red de calor de biomasa figuran, según el estudio realizado por el Grupo Hunosa, el aprovechamiento de los recursos locales, la ausencia de inversión por parte de los usuarios finales, la reducción de los espacios técnicos necesarios en los edificios, la reducción del coste del servicio y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. La puesta en marcha de las instalaciones está prevista para el tercer trimestre de 2016.
