La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Los negocios vuelan en Luces

Los alumnos del instituto colungués aprenden las técnicas de producción de huevos y panales de abejas ecológicos, con una demanda superior a la oferta

El alumno Francisco Gómez González sujeta un ejemplar de pita pinta ecológica en el Instituto de Luces. P. M.

Pese a la coyuntura económica, a los productores de huevos ecológicos y de panales de abejas les quitan la mercancía de las manos. Con esta premisa, en el Instituto de Luces (Colunga) están apostando por este tipo de ganadería y la enseñan a los alumnos que cursan Producción Agroecológica.

Juan Prado es profesor de Ganadería Ecológica y explica que, "con la mortandad de abejas que hay, no se produce todo lo que se vende". Se refiere a las colmenas de abejas, un trabajo "más técnico" que el de producir miel pero también más rentable. A su juicio, es la salida "más viable" en la actualidad, pues Asturias cuenta además con la ventaja de que "lo del paraíso natural no es sólo un lema, es verdad. No hay monocultivos ni tratamientos fitosanitarios intensivos", describe Prado antes de añadir que "en la costa, por ejemplo, en enero ya hay eucaliptos en flor" y las abejas ya pueden empezar a recolectar néctar y polen para producir.

Pese a que realizan toda la labor de producción bajo metodología ecológica, ni la miel ni los panales de Luces podrán certificarse como tales, porque están a menos de tres kilómetros de una autovía, la del Cantábrico. Esta es una norma que el profesor no ve muy razonable, pues considera que con toda la vegetación que hay en el centro los insectos no necesitarán salir a buscar comida. Sí ve más lógica la obligación de emplear cera ecológica a la hora de preparar los cuadros que se insertan en la colmena para que las abejas construyan las celdillas en las que insertarán la miel y las crías, pues al estar hecha de grasa y proteína, la convencional ha almacenado los restos de los tratamientos químicos que evita este tipo de producción para parásitos como la barroa, presente en todas las colmenas.

Las gallinas ecológicas solas no dan para vivir, pero "son un complemento muy bueno", apunta Prado. En la actualidad hay varias empresas de transformación agroalimentaria en Asturias "que no fabrican productos con huevo porque no lo encuentran ecológico", precisa el profesor para dar una idea de lo "anecdótica" que es la cantidad que se puede encontrar en la región, ya vendida de antemano. En Luces han apostado, además, por la pita pinta asturiana, pues "si se trata de darle valor añadido al producto, la que mejor imagen tiene es la raza autóctona", añade Juan Prado.

Uno de los problemas que afronta esta producción es que "la normativa está pensada para quien tiene 20.000 gallinas y no 200 y plantea unas exigencias de analíticas, controles y etiquetados" que son difíciles de cumplir para el ganadero a menor escala. Sin embargo, para certificar los huevos en ecológico es necesario que los animales coman pienso ecológico -que suele proceder de una empresa afincada en Valdés, la única en la región- y que se cumplan unos mínimos de superficie y "percheros" por animal.

En el instituto colungués han construido un gallinero que todavía están acabando de adaptar y al que pondrán una puerta eléctrica -a la que suministrará un aerogenerador ya instalado- que se abrirá con la luz del amanecer y se cerrará al atardecer. Las gallinas deben disfrutar, además de un determinado espacio interior, también de unos metros mínimos en el exterior. En Luces los tienen divididos en dos parcelas para que alternen el esparcimiento y la búsqueda de comida.

Junto a las abejas y a las gallinas los alumnos también aprenden a manejar vacas y lombrices (para hacer el "compós" más digestivo a las plantas) y Prado estudia la posibilidad de introducir cabras u ovejas. Procuran que todos los alumnos controlen la teoría de todos los animales pero después intentan que cada uno practique con el que prefiera.

Compartir el artículo

stats