"El Real Sitio es el lugar perfecto para dar a conocer todo lo bueno que se hace en Asturias". Lo dice Juan Stové, director de la Marca Covadonga, que acaba de presentarse tras seis años de gestación. Stové (Gijón, 1968) es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Castilla La-Mancha y se dedica a hacer intervenciones artísticas relacionadas con el ámbito cultural desde 1997. El Museo de Covadonga o la exposición del Sidrón que próximamente se inaugurará en Piloña son solo algunos de los proyectos en los que se ha embarcado este enamorado de Allande.

-¿Cómo nace la marca Covadonga?

-Nació hace seis años con la crisis, cuando el Cabildo manifestó la necesidad de acondicionar mejor el espacio de las tiendas, que era reducido, para hacerlo más confortable al visitante. Entonces yo les propuse esta idea más amplia, de más calado, que no se circunscribiera exclusivamente a Covadonga. La recibieron bien y la fuimos trabajando.

-¿En qué consiste su labor como director de la marca?

-Mi trabajo consiste en generar contenido, tratar con empresas para la búsqueda de nuevos productos y diseñar otros a través de los cuales dar una buena imagen de Asturias. Y es que los asturianos muchas veces no sabemos comunicar bien lo que hacemos. Vengo del ámbito empresarial, me recorro Asturias de norte a sur y parece que no hay nada que nos aglutine. Covadonga puede ser ese aglutinador perfecto para todo lo que se haga en Asturias, sean bienes o servicios.

-¿Cuáles son sus aspiraciones?

-El objetivo es darle a Covadonga el sentido trascendente y emblemático que tiene para asturianos y peregrinos, apoyándonos en el tejido social y empresarial de la región, que es muy válido. Nos gustaría, por ejemplo, llegar a acuerdos con escuelas de arte y oficios que puedan hacer producto para nosotros. Este es un proyecto que tiene muchas patas por desarrollar y nos vamos a tomar el tiempo que haga falta para hacerlo lo mejor posible. Y es que Covadonga es algo más que un santuario, tiene sentido como espacio geográfico espectacular y mágico por sus aspecto histórico con la Reconquista.

-¿Covadonga se vende sola?

-Nada se vende solo. Es como cuando te casas y crees que ya está todo hecho. Pues no. Es necesario un trabajo que hay que mejorar día a día.

-¿Teme que les acusen de mercantilizar un lugar religioso?

-Si esto se quisiera convertir en un negocio ya hace tiempo que se cobraría por el parking en Covadonga o por entrar a la basílica como se hace en otros sitios. Lo que queremos es unirnos y que todo el mundo que haga algo con sentido y mucha calidad tenga aquí cabida, para que los visitantes sean conscientes de los buenos productos de los que dispone nuestra tierra, independientemente de que los compre o no: desde la cerámica de Vega de Poja en Siero hasta los vinos de Cangas de Narcea.

-¿Qué tal está siendo la acogida de la marca?

-Abrimos la nueva tienda en Covadonga el 24 de agosto y desde entonces la acogida está siendo buenísima. La gente se sorprende porque hay mucho personal atendiendo y se evitan las colas que se formaban antes.

-¿Se generan empleos?

-Se contrataron cuatro nuevos trabajadores en la nueva tienda y además tenemos esta marca con licencias de uso para las empresas. Además, se crea una red en torno a la marca que puede dar trabajo a un montón de gente. Un ejemplo: si mañana alguien se queda en paro y tiene un local puede sobrevivir vendiendo asturianía, aunque sea sólo usando la línea de joyería.

-El logo de la marca tiene forma de "G". ¿En qué se ha inspirado para diseñarlo?

-No fue difícil diseñarlo. Está cargada de simbolismo por ser la primera letra de la palabra "guía" en referencia a la frase "yo conduzco, ella me guía" y a que la mejor guía de Asturias es Covadonga.

-¿La marca Covadonga cruzará fronteras?

-Sí, la idea es crear lazos con América, donde como consecuencia de la emigración hay una gran comunidad asturiana que quiere mucho a la Santina, tienen a Covadonga en gran estima y son más expresivos a la hora de manifestar su cariño a la Virgen. No se trata solo de lazos institucionales, sino también de contactar con empresas de allí que puedan tener su espacio aquí.

-En 2018 confluyen en el Real Sitio efemérides como el decimotercer centenario de la creación del Reino de Asturias. ¿Está Covadonga preparada para ello?

-Covadonga está preparada. En lo que a nosotros concierne, vamos a diseñar productos específicamente para la fecha y, aunque iremos por detrás, estaremos apoyándolo seguro.

-Con motivo del centenario de la basílica se creó un nuevo espacio para el museo en la actual Escolanía que usted se ocupó de acondicionar. ¿Cómo fue el proceso?

-En 2001 diseñé la planta baja por encargo del Principado, que en esa época ostentaba la presidencia del Patronato. Fue una gran experiencia y al estreno asistió hasta el Rey Felipe VI, entonces Príncipe de Asturias.

-¿Qué impresión le causó el monarca?

-Ya habíamos coincidido más veces porque hice varios trabajos para la Fundación Príncipe de Asturias y el trato siempre fue exquisito. Felipe es espectacular y atractivo tanto en el aspecto físico como en el trato. Me dijo que le había encantado el museo.

-También se encarga de la exposición "Los 13 del Sidrón" que se va a exponer de forma permanente en Piloña. ¿Cómo va el proyecto?

-Si todo sale bien estará en funcionamiento antes de que acabe el mes. Se trata de una exposición de máximo nivel y relevancia mundial que sin duda será un motor turístico importantísimo para el concejo.