El gobierno local de Colunga estudiará la "peatonalización total" del casco histórico de Lastres, una demanda que la asociación vecinal de la villa marinera puso ayer sobre la mesa en una reunión con el alcalde, el socialista Rogelio Pando, para abordar entre otros el problema del alumbrado público.

La portavoz del grupo socialista y concejala de Turismo, Sandra Cuesta, explicó al término del encuentro que "a nivel turístico" la restricción de la zona histórica de Lastres al tráfico, dejándola únicamente para carga y descarga, situaría "al alza el valor del casco antiguo".

Con todo, la decisión se tomará de acuerdo con quienes viven en la villa marinera. "Se va a tener en cuenta a todos los vecinos", apuntó la edil, antes de hacer un "llamamiento para que se posicionen". Tanto los habituales como los segundos residentes tendrán la oportunidad de hacerlo en la reunión que la Asociación de Vecinos de Lastres y Luces convocará después de la Semana Santa, tal y como anunció ayer su presidente, Ángel Moro.

El representante incidió en que la reunión estará "abierta a todo el mundo" y lamentó que tras la celebrada el año pasado -cuando se eliminó una decena de aparcamientos que obstaculizaban el paso de peatones- algunas personas fueran a protestar al Ayuntamiento por no sentirse representadas.

"No podemos permitir que lo único que le queda a Lastres, el casco histórico, se estropee más de lo que ya está", remarcó Moro, quien sometió la última decisión a "lo que los vecinos digan". Pese a que su cumplimiento no se vigila, en el casco histórico lastrín ya existen dos señales que limitan la circulación y el estacionamiento. Sobre la eliminación el verano pasado de los "puntos negros" señalados por los vecinos y aprobados por la Policía Local, Sandra Cuesta apuntó que la medida "dejó a todos contentos".

La concejala reconoció, por otra parte, que todos los cascos históricos tienen normas de tráfico más restrictivas que el de Lastres y avanzó que se pedirá un nuevo informe de la Policía Local. Si es favorable, así como el sentir de los vecinos, "quizás se opte por la peatonalización del casco histórico de Lastres", concluyó la portavoz socialista.

Durante las próximas vacaciones de Semana Santa estará operativa la medida tomada el verano pasado, de eliminar en torno a una decena de aparcamientos que dificultan la circulación de peatones, de cochecitos de bebés o de sillas de ruedas.

Los vecinos señalaron como conflictivos en este sentido la esquina de la rectoral, la esquina de la casa de don Juan, la calle Real, delante la Oficina de Turismo (dejando espacio para que la gente acceda), la plaza del Cañu y la antojana superior, la entrada al Penayín y la parte delantera de lo que era la Nansa.

La prohibición estuvo vigente entre el 15 de julio y el 15 de septiembre en horario de 12.00 a 21.00 horas. Entonces se permitió la circulación a residentes y la carga y descarga de pasajeros y otros. El presidente del colectivo vecinal aseguró entonces que se había dado "un paso muy importante", pues su objetivo es "darle al casco histórico de Lastres el valor que merece".

Fue a petición vecinal como la Policía Local de Colunga elaboró el pasado mes de abril el primer informe sobre el asunto del aparcamiento en el casco histórico lastrín, en el que los agentes recomendaron limitar el estacionamiento durante el verano de 12.00 a 20.00 horas, al igual que sucede en la bajada al puerto. La restricción tras aquel documento fue mucho menor pero podría extenderse próximamente hasta convertir la zona en peatonal.