El PP reclama un "esfuerzo económico" para el parque de los Picos de Europa

El parque nacional de los Picos de Europa requiere "un esfuerzo en materia presupuestaria". Ese es el mensaje que ayer lanzó la presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, al participar en Cangas de Onís en una conferencia organizada por la Comisión de Turismo de su partido para conmemorar el centenario de la declaración del enclave protegido. La afirmación llega en un momento en el que crecen las protestas de los pastores de los Picos por los ataques del lobo y las restricciones en los usos del terreno. Fernández hizo hincapié en la necesidad de buscar fórmulas que permitan compatibilizar la conservación del paisaje con el desarrollo de las personas que habitan en él.

En la misma línea se expresó la ponente Victoria Delgado, quien participó en el coloquio junto al fotógrafo de naturaleza Antonio Vázquez y a Enrique Chapa, bisnieto de Pedro Pidal y Bernardo de Quirós, considerado como el promotor de la ley de Parques Nacionales. Delgado, que fuera directora-conservadora del parque nacional de los Picos de Europa entre los años 2000 y 2004, aseguró que "el talón de Aquiles" del enclave siempre fue el llegar a consensos con los habitantes del terreno, una obligación que, según apuntó, se recoge en el tercero de los artículo originales de la ley de parques nacionales promulgada en 1916. Una normativa que habría estado inspirada en los viajes de Pidal -nombrado diputado por el Partido Conservador en 1896- a Estados Unidos para conocer la gestión de los parques de Yellowstone y Yosemite. "Pidal fue el primer conservacionista del país. Concebía los parques como santuarios de la naturaleza que había que proteger de agresiones", aseguró.

Su opinión la compartía el bisnieto de Pidal, quien, apoyándose en retratos familiares, narró la biografía de su antecesor, desde su nacimiento en Gijón en 1870 hasta su enterramiento en el Mirador de Ordiales ocho años después de su muerte en 1941. Para Enrique Chapa el origen de la inquietud proteccionista de Pidal -que también ostentaba el título de marqués de Villaviciosa- se registra once años antes de la proclamación de la ley de parques, cuando la cabra montés estuvo a punto de desaparecer de la sierra de Gredos. "Hablaron con el rey Alfonso XIII para que pusiera los terrenos bajo su protección a y se dejó de cazar entre 1905 y 1911 con el fin de preservar la especie", resumió.