Pocas celebraciones del verano llanisco que ya asoma tienen la solera del ritual para levantar en Balmori la hoguera en honor a San Juan. La tarea para poner en pie al eucalipto que, engalanado con las banderas de España y Asturias presidirá la plaza de la localidad llanisca durante todo el año, volvió a reunir a abundante gentío de los pueblos aledaños y a una legión de curiosos turistas.

Tiraron de la hoguera en el trayecto que la condujo hasta la zona de la bolera donde se plantó los bueyes de Juan González, popularmente conocido como "El Marineru", llamados "Cachorro" y "Galán". A primera hora de la mañana un centenar de personas madrugaron para ir a cortarla a Lledías. Hacía días que la habían echado el ojo. Sus 37 metros de altura y 3.500 kilos de peso la convierten en una de las más espectaculares de cuantas se plantarán en el concejo de Llanes durante el estío. Antes de comenzar la tarea propiamente dicha se celebró una comida popular donde los protagonistas de la complicada tarea cogieron fuerzas a base de fabada y paella.

César Fernández Llano volvió a estar un año más, y ya van catorce, al mando de las operaciones para plantar la hoguera. Cogió el relevo de su abuelo José Ramón Llano, quien antes de morir era fue el encargado de este cometido durante medio siglo. "Todo esto es un gran orgullo. Es uno de los días más importantes del año", dijo. Sus gritos eran seguidos con atención por las decenas de personas que tiraban de las cuerdas amarradas a los tornos que hizo Pedro González. "¡Ahora!", repetía una y otra vez César Fernández. De fondo se escuchaba el cántico de un grupo de mujeres que, bajo la dirección con el tambor de la joven de 13 años Lucía Fernández, puso la nota musical recitando diferentes cánticos.

Entre los voluntarios no faltó Joaquín de la Vega, vecino de la cercana localidad de Barru. "Vengo a la hoguera desde que tenía tres años", señaló. Su función consiste en rellenar la poza donde se asienta la hoguera con piedras y grijo. Recordaba que es Gaspar Pérez uno de sus mentores en esta tarea. Observaba con atención todo lo que ocurría a su alrededor Luis Obeso, popularmente conocido como "el Páxaru". "No falto a la hoguera de Balmori desde que tenía 14 años", señaló. Durante seis años dio las órdenes para levantarla.

El trabajo en equipo se completó cuando caía el sol. Una suculenta parrillada fue la recompensa para los esforzados protagonistas de la hoguera de Balmori. La localidad llanisca celebrará el próximo domingo el día grande sus fiestas con misa solemne, procesión, festival folclórico y verbena.