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Vacas con mucho arte en Asiegu

José Sahagún diseña una barandilla con 21 siluetas vacunas para una senda ganadera que inaugurarán los Reyes

Una vecina pasea por la nueva "venida". E. S. R.

El camino de Las Prunales servía a los pastores de Asiegu (Cabrales) para llevar a beber su ganado a la fuente que lo coronaba. La habían hecho los hombres del pueblo en 1904 y de allí manaba la suficiente agua como para saciar la sed de todas las vacas de la zona. Con el tiempo, el sendero perdió aquel uso. Y el muro de piedra que lo flanqueaba fue sustituido por una barandilla de madera tratada, que las inclemencias meteorológicas deterioraron hasta dejar una imagen decadente e insegura.

Un atardecer de verano, volviendo a casa tras una jornada de trabajo en el campo lustrando la hierba, el emprendedor local Javier Niembro, el escultor José Sahagún y un grupo de vecinos observaron aquella barandilla que ni cumplía su función de seguridad ni estaba completa en todos sus tramos. Tenían que hacer algo. Y, como en este pueblo cabraliego no son de ideas mediocres, después de dar cuenta de unas cuantas botellas de sidra en Casa Niembro, decidieron hacer un proyecto bonito. Y distinto. ¿Por qué no un homenaje a las vacas y materializar la historia del camino? En aquel momento nació el proyecto de la "Venida de les vaques".

Sahagún se entrevistó con el alcalde de Cabrales, José Sánchez, y le propuso que el Ayuntamiento financiara la obra. El regidor acogió la idea con entusiasmo, aunque propuso esperar al año siguiente para poder incluirla en los presupuestos municipales. Y así se iba a hacer.

Pero el 16 de septiembre la Fundación Princesa de Asturias otorgó a Asiegu el título de "Pueblo ejemplar de Asturias" 2019. Y el camino de Las Prunales tenía que ser adecentado. El proceso, pues, se aceleró. Niembro, creador de la "Ruta del quesu y la sidra", contaba a los visitantes, en su trabajo como guía local, la historia del camino y la idea de la barandilla. Les comentaba también que tenían unas chapas a la venta con motivo de su candidatura a "Pueblo ejemplar". Costaban un euro y servirían para recaudar fondos y para trabajar, en la propia vecindad, para mejorar Asiegu.

Mientras aquello sucedía, Sahagún diseñaba la barandilla. Serían 21 vacas, una por cada barrio del pueblo, distribuidas a lo largo de los 58 metros que forman el camino. Juntas, en hilera, simularían aquellos días en los que iban a beber, con calma y tiento por el sendero pedrestre.

Pero las vacas no iban solas. "Decidimos que un pastor las acompañara", explica Niembro. Y no había mayor ejemplo que Manolo Fernández, "uno de los pastores de los de antes, de los que subieron a dormir al puerto con su ganado hasta el final de sus días", relata el cabraliego. Fernández falleció recientemente, y qué mejor homenaje que hacerle un sitio eterno en Asiegu, cuidando, como siempre hizo, el ganado que fue su vida: "Me basé en él, hice su silueta con su manera particular de hincar el palo en el suelo", cuenta Sahagún. Allí estará, al final del camino, junto a sus dos perros y las vacas. Y junto a una placa de piedra que los Reyes y la Princesa Leonor descubrirán en su próxima visita al pueblo cuando le entreguen a los vecinos su galardón de "Pueblo ejemplar de Asturias".

"Diseñé los planos a escala y se los mandé a Tano Pedrón, de la Cerrajería Pedrón de Posada de Llanes", que fue quien, finalmente, se encargó de cortar la escultura hecha en acero corten "porque yo estoy en Bruselas y no podía ir, como teníamos previsto, para hacerla con calma el próximo año", recuerda Sahagún, quien reside y trabaja en la capital belga.

"Gestioné el proyecto por videoconferencia", recuerda, riendo, el escultor. "Todos los días, cuatro o cinco veces al día, nos ponemos en contacto", apunta, para discutir detalles y que todo quede tal como el artista había ideado.

Por eso Sahagún sabe que todo va bien. Incluso la financiación. A todos aquellos a los que se les planteaba la idea "quedaban entusiasmados", señala Niembro y, aunque la financiación era, en principio, un handicap, pronto fue un obstáculo transformado en oportunidad.

"Decidimos usar el concepto de 'crowdfunding' en cuanto a buscar financiación popular para crear el nuestro propio, el 'cowfunding' (por el vocablo inglés para vaca: cow)". En total, "los clientes de la ruta nos habrán dejado unos 1.100 euros con la compra de las chapas, y ya hay 40 empresas locales interesadas en formar parte de la financiación" de la obra, cuyo presupuesto supera los 7.000 euros. Así que "podemos hablar de que este proyecto está microfinanciado por más de mil personas, que colaboraron con un microcrédito de un euro", que se amplió a un capital de 100 euros por empresa anunciadora, concreta Niembro.

Las aportaciones, por cierto, permanecen abiertas para quienes quieran contribuir -y ver su nombre reflejado en la barandilla- a esta causa que han puesto en marcha los vecinos.

Porque son ellos quienes idean, crean y construyen. Hubo días de juntarse hasta 18 para hacer los trabajos necesarios que adecuaran el sendero y lo allanaran por algunas zonas; en su parte final "estuvimos quince días haciendo un sobreancho en el camino", recuerda Niembro, para convertir esta zona en un mirador desde el que se ven Asiegu, la sierra del Cuera y los Picos de Europa.

"Recordamos la historia, la tradición, y le damos un toque moderno", subraya Niembro, quien apunta, además, que, sin lugar a dudas, la "Venida de les vaques" será "un atractivo turístico" para el pueblo.

Y así es como los vecinos de Asiegu siguen avalando su aspiración al título de ejemplares.

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