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Los concejos costeros reclaman un protocolo para el uso de las playas este verano

Llanes pide al Principado que asuma el coste del salvamento y un estudio de capacidad de sus arenales que garantice la seguridad de los usuarios

Dos personas con sus perros en Santa Marina. EVA SAN ROMÁN

Los Ayuntamientos costeros del Oriente necesitan un protocolo de actuación para gestionar sus playas el próximo verano. El tiempo pasa, la temporada de baños se acerca -en el caso de que la hubiera- y la contratación de servicios de limpieza, salvamento o chiringuitos llevan unos procesos administrativos que, a día de hoy, están suspendidos, pero deberán cumplirse.

El Ayuntamiento de Llanes ha abierto la veda y ha oficializado la petición. A través de la edil Marián García de la Llana ha pedido al Gobierno del Principado de Asturias que elabore, teniendo en cuenta las medidas restrictivas actuales, "un estudio de la capacidad de las playas del concejo" en el que se garanticen las condiciones para la seguridad de los usuarios. Quiere, además, que "se desarrolle un protocolo de utilización de las playas llaniscas de manera individualizada", al existir arenales con grandes diferencias en sus dimensiones, usos, afluencia y accesos. Además, plantea que "se dispongan los medios necesarios para su control y ejecución".

Llanes cree que el propio Ejecutivo regional debería hacer frente al pago de su servicio de salvamento de forma íntegra. De ese modo, el Ayuntamiento destinaría a "cuestiones sociales" la cuantía prevista en las cuentas municipales, que es de 240.000 euros.

En Ribadesella asumen que la situación "empieza a apretarnos porque el sistema de contratación de salvamento lleva unos plazos". El alcalde, Ramón Canal, considera que "cuanto primero puedan darnos una serie de instrucciones podremos hacer una previsión" tanto de gestión como de previsión económica. En el caso de la costa riosellana, apunta el regidor, "tenemos que hacer una renovación del canon de los chiringuitos, debo saber en qué condiciones hacerlo", y aun con todo, Canal asume que los planteamientos municipales son difíciles de resolver en el ámbito regional porque a día de hoy "nadie sabe nada con certeza".

En Caravia, la alcaldesa, Salomé Samartino, es más optimista y cree en una apertura de los arenales "en donde, supongo, habrá que cumplir una serie de requisitos que salvaremos sin ningún problema". Pero "debemos ir pensando en las medidas a tomar porque no podemos estar a la expectativa hasta el último momento. Entendemos que la playa es un espacio amplio al que se permitirá acudir, que se puede acotar, tal vez señalizando, vigilando... pero debemos atenernos a algo concreto", solicita. En Colunga, Sandra Cuesta reconoce que la limpieza de las playas está aún sin licitar a la espera de lo que suceda en el futuro más próximo. "Debemos conocer condiciones tales como si se van a poder abrir o no las duchas", apunta, al tiempo que justifica el desarrollo de la gestión de la crisis: "me consta que están trabajando en ello, aunque todo estamos a la espera de los protocolos a seguir". Y en Ribadedeva, Jesús Bordás espera que esos protocolos lleguen pronto: "sería conveniente que el Principado nos diera unas pautas" para poder tramitar con más rigor los procesos legales de contratación. El regidor, de todas formas, ha tomado la iniciativa: "Di orden ayer mismo para tramitarlo todo con normalidad. Nosotros hemos decidido trabajar en ese escenario, aunque no sepamos nada a ciencia cierta", avanza Bordás.

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