“Mi marido era democristiano y yo he sido más bien liberal; quiero decir que he ido a mi bola” contaba divertida en el verano de 2017 a LA NUEVA ESPAÑA María Teresa Suárez-Guanes Ybáñez. Una expresión que definía, en parte, el carácter alegre, libre e independiente de la condesa del Valle de Pendueles. A punto de cumplir 77 años (los haría el próximo 8 de febrero), falleció este pasado fin de semana en su domicilio madrileño, dejando gran pesar entre su familia y mucha tristeza en el concejo llanisco y alrededores donde sus amigos eran legión. En el Oriente veraneó prácticamente toda su vida ya que sus padres, María Teresa Ybáñez Pico y José María Suárez-Guanes, eran naturales de Colombres (Ribadedeva) y Llanes, respectivamente.

Sacramental en Pendueles.

De su padre, José María Suárez-Guanes, heredó el condado, en 2018, tras el fallecimiento de su hermano José Luis. Un título que ella llevaba muy a gala, con gran orgullo y responsabilidad: “Debemos dar ejemplo”. En la casona familiar de Pendueles (Llanes) montaba todos los veranos un altar con la imagen de la Virgen del Carmen durante las fiestas de la Sacramental, una tradición muy arraigada entre los Suárez-Guanes, que siempre pagaban además un tradicional ramu de flores y dulces a modo de ofrenda.

La condesa era una enamorada del Oriente y del resto de Asturias. En sus descansos estivales le gustaba disfrutar de la playa –La Franca y Vidiago estaban entre sus preferidas–, visitar Covadonga con sus nietos y dar largos paseos por Llanes. Militante de la extinta UCD, su esposo Álvaro Zurita Sáenz fue teniente de alcalde de Getxo con tal formación. Entonces, relató ella para LA NUEVA ESPAÑA, estuvieron amenazados por ETA. “Recuerdo ir de la mano con el PSOE y el resto de partidos constitucionalistas a los entierros de la gente que asesinaban”, comentó durante la entrevista, al tiempo que lamentaba hace ya más de tres años años la división y polarización de la política española. Adelantada a su tiempo y fiel seguidora de la actualidad, uno de sus pesares, reconoció, fue no poder ir a la Universidad: “Me casé muy joven (21 años). Me hubiera gustado estudiar Política o Farmacia”.