Una planta fosilizada con 154 millones de años. Se llama «Ricciopsis asturicus» y, tal y como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, es la evidencia más antigua que existe de una planta briofita en la península Ibérica. El hallazgo se localizó en Colunga y fue descrito en un artículo publicado en la revista internacional «Botanu Letter» por los investigadores del Museo Jurásico de Asturias (MUJA) José Carlos García-Ramos y Laura Piñuela; Artai Santos y José Bienvenido Díez, de la facultad de Ciencias del Mar y del centro de investigación Mariña de la Universidad de Vigo; y Luis Miguel Sender, del Museo Aragonés de Paleontología (Fundación Dinópolis).
La planta se presentó este miércoles en la sede del MUJA por el equipo investigador y el consejero de Ciencia, Innovación y Universidad del Principado, Borja Sánchez. «Es una muestra más de la riqueza jurásica de Asturias y una de esas cuestiones que pone a la región en el panorama internacional», explicó Borja Sánchez.
Se trata de una planta hepática fósil del Jurásico Superior hallada por el equipo científico del Museo en las rocas de los acantilados de la localidad de Luces (Colunga). Posee características únicas, como la forma del talo, la manera en la que se ramifican, el tamaño y su disposición formando matas. Se han estudiado unas veintitrés muestras, las que mejor conservadas estaban. A diferencia de una planta común, carece de sistema vascular interno, está relacionada con espacios de agua dulce, se reproduce por esporas y en la actualidad sería algo parecido al musgo.
Según los investigadores, este tipo de plantas pudo proliferar en aquella época formando matas densas, en pequeñas charcas de agua dulce situadas en el lecho de cauces fluviales abandonados. García-Ramos señala que el desarrollo de estas plantas estuvo precedido de un episodio intenso de lluvias torrenciales que provocaron desbordamientos, lo que provocó la aparición de un atajo del curso habitual del río. El abandono del antiguo cauce acumuló troncos de coníferas que posteriormente se convirtieron en azabache y, por otro lado, crecieron estas plantas hepáticas. «No es casual que aparezcan estas plantas en este punto, están ahí precisamente porque hubo un periodo previo de alta energía», explicó.
El resto de evidencias existentes hasta el momento, una en España y tres en Portugal, son posteriores. «Es la primera evidencia de una planta del Jurásico en la península Ibérica, las que se conocen hasta ahora son del Cretácico, por lo que los ejemplares son los más antiguos», comentó Piñuela. Estas plantas se deshacen con facilidad por lo que es «un fenómeno excepcional» que se fosilicen.
El equipo investigador agradeció el apoyo de todas las instituciones regionales y locales a su trabajo. Estudiarán cómo encajar las muestras en la exposición del MUJA y avanzaron que tienen más estudios científicos en marcha. «Es el primero de varios que estamos preparando, como uno sobre polen y esporas y, un poco más adelante, prepararemos otro sobre la macroflora de Asturias», concluyó el director.
