La Coral Polifónica Piloñesa cumple treinta años

Tres décadas de música, esfuerzo e ilusión. Este mes de octubre marca un hito histórico para la Coral Polifónica Piloñesa, que celebra sus primeros treinta años de actividad. Fundado en 1993 por medio centenar de entusiastas del canto, el coro ha ido evolucionando hasta convertirse en un referente no solo en el concejo de avellanero y en el resto de la región, sino también en el panorama coral de ámbito nacional.

La historia de esta asociación musical amateur comenzó sin mucha más proyección para sus integrantes que la de disfrutar juntos de la música. Sin embargo, poco a poco comenzó a tener gran repercusión, más de la que sus miembros esperaban. "Empezamos a ensayar hace treinta años y un 15 de octubre, día de Santa Teresa, debutamos en la iglesia parroquial de Infiesto", rememora con orgullo el presidente del colectivo, Tino Sierra González. "De aquella no había muchas asociaciones en el concejo, fuimos pioneros y la punta del iceberg del despertar de todas las que vinieron después", añade.

En sus primeros años, la Coral Polifónica se enfrentó el escepticismo de aquellos que le auguraban una corta de vida, pero la calidad musical de sus miembros, su compromiso y el conocimiento que fueron adquiriendo les mantuvo unidos hasta la actualidad. "La gente estaba a la expectativa, pensaba que íbamos a durar cuatro o cinco años. Sin embargo, desde el principio hubo mucha calidad y muchos socios que entendían de música", explica Sierra.

Uno de los momentos cruciales en la trayectoria de la coral piloñesa fue el primer cambio de director. Tras la partida de su antecesor a Rusia para formarse musicalmente, Patricia Miriam Martínez Iglesias asumió el cargo, provocando "un giro de 180 grados" en el colectivo. "Hasta entonces, cantábamos a capella, pero con orquestas en el auditorio de Oviedo, en el teatro Jovellanos de Gijón, en Infiesto...Con Miriam empezamos a cantar solo a capella y comenzamos a funcionar de maravilla", recuerda Tino Sierra.

A finales de los años 90 del pasado siglo, la Polifónica dio un paso importante al participar por primera vez en un certamen nacional de coros, en la localidad cántabra de San Vicente de la Barquera, codeándose con los mejores coros de España. Aunque novatos, la dedicación y el esfuerzo de los piloñeses les llevaron a obtener la "Lira de plata" como segundos del certamen. Desde entonces, se animaron a participar en numerosos concursos, cosechando éxitos y acumulando galardones como el "Urogallo de bronce" del Centro Asturiano de Madrid, el primer premio en el XVIII Concurso y Muestra de Folclore Ciudad de Oviedo, o el premio de la canción de origen en el XVIII Certamen Internacional Coral Villa de Avilés, entre otros muchos reconocimientos.

Los años han ido pasando desde aquel 1993 y las voces de la Coral también cambiaron, saliendo unas y llegando otras nuevas. Sin embargo, el espíritu de hermandad y pasión por la música se ha mantenido intacto incluso en momentos tan delicados como la pandemia del covid-19, que segó la vida de varios integrantes de la agrupación. Pero el colectivo piloñés no se rinde. "Estamos tratando de levantarnos después de la pandemia, que fue muy dura. Cambiamos el chip. Durante esos años intentamos no dejar de hacer música, de celebrar conciertos cumpliendo todas las normativas de seguridad, hasta aprendimos hasta isas canarias a través del teléfono...", detalla Sierra.

La Coral Polifónica Piloñesa acaba de rejuvenecerse con seis nuevas incorporaciones y la esperanza de que se produzca alguna más. En el coro hay miembros de todas las edades que trascienden los límites del concejo. Además, ha llevado el nombre del concejo de Piloña y de Asturias tanto en España como en el extranjero: "Hemos estado en prácticamente todo el país, además de en Praga, Londres y ciudades de Holanda, Portugal, Francia o Italia", destaca el presidente.

Además de la música, la Coral Polifónica Piloñesa ha destacado por su compromiso social. Así, otorga desde el año 2010 el galardón "Avellana de oro", una distinción que será entregada este sábado al Ochote Langreano durante el concierto de aniversario que celebrará la Coral Polifónica Piloñesa en la iglesia parroquial de Infiesto. Será después de que el colectivo celebre hoy su tradicional "día del socio", en el que se incluye un pequeño concierto en la plaza del Ganado. "La música es una terapia, un idioma universal que te hace sentir. Cuando estamos todos juntos cantando, nos hace sentir lo mismo, y eso es algo mágico", concluye Tino Sierra.