María Busta: "La faba es un producto muy versátil que dice mucho de la identidad de la zona"

La chef lastrina será la pregonera de la XXXII Semana de les Fabes de Colunga el próximo miércoles 6 de diciembre

María Busta

María Busta / J. Quince

J.Quince

La chef María Busta lleva quince años al frente de Casa Eutimio, un negocio familiar que iniciaron sus padres hace casi seis décadas, un restaurante ubicado en Lastres que es historia del concejo de Colunga. Su cocina, muy vinculada al territorio. posee la esencia del club de las guisanderas del que forma parte María en su compromiso por mantener y defender la tradición y las bondades de esta figura ancestral. Es esa conexión con sus raíces y con el entorno, su nombre e importante presencia en el municipio le ha llevado a ser elegida por el Ayuntamiento para pronunciar el pregón de la XXXII Semana de les Fabes, que tendrá lugar el próximo miércoles 6 de diciembre. “Es una gran responsabilidad para mí, sobre todo porque estoy en mi tierra”, expresa.

Para María, su profesión no es solo destreza culinaria, sino inmersión en una parte íntima de la cultura de Colunga a la que se siente muy ligada. Su participación activa en el concejo, su dinamismo y su afán de posicionar a la región en el mapa la ha convertido en una figura destacada: "Nosotros nos dedicamos a la gastronomía que no deja de ser cultura, la suelo definir así porque habla mucho del entorno, de las actividades económicas y culturales de la zona”.

Tiene el honor de inaugurar una fiesta local que protagoniza un producto que conoce a la perfección y considera “clave” en la región: “La faba es un producto muy versátil que dice mucho de la localidad, del concejo y de la identidad de la zona. Los que estamos en costa la hacemos con producto del mar y si eres mas de interior o de monte, con productos de caza.”, explica y destaca la dualidad de su manejo en la cocina: “Al final la receta hay que adaptarla a la faba en cada temporada porque nunca está igual. Es un producto fácil-difícil porque los guisos son muy fáciles pero a la vez difíciles, hay que saber cogerles el punto, necesitan mucho mimo o mucha mano”, apunta.

En Casa Eutimio, conocidos por su compromiso con la calidad y el uso de productos de cercanía, especialmente pescados de la lonja lastrina, también preparan deliciosos platos con fabes, es el caso de la tradicional fabada o el pote asturiano. "Son platos tan de casa que varían en cada hogar, no son matemática pura. En la fabada trabajar con compangos aporta mucho, así como la cocción lenta o la cantidad de grasa. El pote es otra elaboración aun mas personal, es difícil encontrar dos iguales", comparte la chef.

En un año como este en el que las condiciones meteorológicas con mucho sol y calor en verano afectan a los cultivos, es importante, dice, la adaptación: “A la faba no le viene bien un tiempo seco porque necesita bastante agua. Es una pena porque una zona que cuente con este recurso agrícola y quesufra una mala cosecha da mucho coraje. A nosotros nos afecta porque es importante dar estabilidad a tus elaboraciones”, añade.

En lo profesional la chef al mando de Casa Eutimio junto a su hermano Rafael desde 2008, ha enfrentado varios desafíos empresariales y crisis económicas, momentos complicados para el negocio, como la reciente pandemia del covid. No obstante su dedicación y esfuerzo, así como la capacidad de reinventarse ha sido fundamental para la continuidad. “Estas crisis te dan perspectiva para defender con mas convicción tu identidad, creo que estamos con esa labor, pero también hemos mejorado”. En estos quince años, María confirma haber madurado y evolucionado en la cocina sin perder la esencia que caracteriza al restaurante. “El próximo año cumple 60 años y más allá de que la segunda generación haya actualizado un poco, siempre tenemos la tradición como baluarte.”. Entre algunos de sus éxitos destaca el premio al mejor cachopo de ternera asturiana IGP en el concurso nacional celebrado en el Salón de Gourmets en 2017.

Además de su papel al frente de los fogones familiares, Busta es guardiana de las recetas tradicionales, participando activamente en el llamado Club de las Guisanderas de la que es la benjamina de 41 mujeres en toda Asturias: “Tratamos de defender esas recetas que es más fácil que se pierdan, sobre todo porque ahora mismo en el día a día no se cocina en casa como se hacía hace 20 años. Las familias estamos cambiando así como el panorama económico: tenemos menos tiempo, más trabajo... y el cansancio nos hace ir relegando esa parte casera”, señala.

La chef, que asumió responsabilidades desde temprana edad, también reflexiona sobre el relevo generacional de las guisanderas. A día de hoy solo hay tres en la comarca del Oriente, una en Ponga y dos en Colunga que son ella misma y su madre: "Empieza a haber muchas jubiladas y menos mujeres en activo y se ve necesario pasar el testigo. Pero cuesta encontrar gente joven con esa vinculación a la cocina tradicional y ese compromiso, cuando lo que más mola ahora es la vanguardia y lo experimental" , concreta y no obstante, asegura que ambos tipos de cocina, no están enfrentadas.