El acusado por el "caso Pastor" de Cangas de Onís: "Yo no cogí nada de dinero, fui premiado por el banco"

La causa por la estafa millonaria en Cangas de Onís arrancó después de que el Santander rechazase un acuerdo para evitar la sesión

Manuel Mori, esta mañana

Manuel Mori, esta mañana / Miki López

El juicio por el "caso Pastor", donde se juzga por presunta apropiación indebida al exdirector de la sucursal del Banco Pastor en Cangas de Onís, Manuel Mori, empezó este martes en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo, con el acusado admitiendo todos los hechos que se le imputan, pero insistiendo en que no se quedó el dinero de sus clientes. 

Todas las partes negociaron hasta el último momento un acuerdo para evitar el juicio, pero finalmente no cristalizó por la negativa del Banco Santander, entidad que absorbió al Banco Popular en 2018, que a su vez había absorbido al Banco Pastor en 2012. Sí hubo varios cambios antes de entrar en sala. La Fiscalía, que pedía 8 años de cárcel y una multa para Mori, anunció que rebajaría la petición de pena y previsiblemente también lo harán las acusaciones, por lo que lo más probable es que el acusado, que reconoce los delitos, no acabe en la cárcel, aunque la petición final de la pena que pide la Fiscalía se sabrá en las conclusiones. 

 Además, el Banco Santander, que tiene la doble condición de acusación y defensa, renunció a la parte penal, relegando en la Fiscalía y se reserva acciones civiles para más adelante. El montante total de toda la causa ronda los 5 millones de euros y afecta a un total de 45 clientes. Mori fue detenido en el año 2013 y él mismo confesó desde el principio haber creado una "banca paralela", que utilizaba para mover dinero de un cliente a otro, aunque, sostiene, nunca se llevó dinero para él y además argumenta que hizo esos movimientos para evitar que varias cuentas de los clientes entrasen en números rojos, facilitando a su vez préstamos a otros clientes. 

"Yo no cogí nada, nada de nada para lucrarme. Moví dinero para evitarles morosidad a los clientes", indicó. Mori, para sorpresa de la sala, recordaba de memoria la mayoría de operaciones que realizó a espaldas del banco, sin que ningún superior, ni las auditorías del banco, detectasen nada. 

"Tuve varias (auditorías) y no detectaron nada. Un día una chica vino a devolver 1.500 euros y ahí salió todo. Fui premiado por el banco varias veces y todos los años conseguíamos bonus", expuso Mori, que aseguró estar en tratamiento médico por salud mental. También recalcó que llegó a obsesionarse con la "morosidad", consiguiendo, con este modus operandi, que se mantuviese en cero. "El banco se benefició", llegó a decir. 

El acusado dijo además que colaboró desde el principio con el banco al destaparse el caso y que si no llega a ser por esa colaboración, probablemente no se habrían conocido todos los afectados. "Si el banco llega a estar más hábil hubiésemos firmado todos los reconocimientos de deuda", dijo. 

Tras el testimonio de Mori, declararon varias personas que, presuntamente, recibieron dinero del exdirector y ahora son responsables civiles. Uno de ellos dijo que Mori le entregó 21.000 euros en una cafetería y que luego lo devolvió, aunque, como en el resto de casos, no hay registros. Otro indicó que pidió un crédito para comprar una excavadora, aunque finalmente señaló que no la recibió. Todos dijeron confiar en Mori y aseguraron que en muchos casos firmaron papeles sin conocer el trasfondo de lo que hacían.