La historia de "Paco", la corneja asturiana que habla, come siempre en el mismo bar y es una estrella en internet

Los vídeos en las redes sociales del ave, que vive desde hace más de veinte años con una familia de Posada de Llanes, suman más de dos millones de visitas

VIDEO VIRAL: La corneja Paco, uno más de la familia en un restaurante de Posada de Llanes

Agencia ATLAS

Ramón Díaz

Ramón Díaz

"Paco" es un veinteañero parlanchín. Saluda, sabe decir su nombre, ladra como los perros, imita a las gallinas, reproduce el ruido de los autobuses y los camiones y pide Coca Cola. Pero no es un ser humano, sino un ave; una corneja que fue rescatada por un vecino de Posada de Llanes, Lucas Fernández Piquero, cuando, apenas recién nacida, yacía moribunda junto a dos hermanos, caídos del nido, en un monte recién talado. Solo "Paco" sobrevivió. El animal se ha convertido en un fenómeno viral en internet: sus vídeos suman más de dos millones de reproducciones, muchas desde el extranjero. Es una estrella.

Volviendo a la historia, el rescatador lo llevó a su casa, le dio atención y cuidados, y cuando se curó, por propia voluntad, "Paco" quiso quedarse allí donde fue bien tratado y donde halló cariño. Porque no está encerrado, entra y sale cuando quiere de su "casa", habilitada en un trastero situado justo al lado del hotel restaurante Solymar, propiedad de Lucas Fernández.

La corneja es la atracción de la clientela. Camina a sus anchas por el local de su salvador, que rechaza que se le considere su dueño, porque "Paco" "no es de nadie, es libre", asegura. Sí es "parte de la familia". Lucas Fernández lo demostró cuando alguien le preguntó si se lo vendía. "¿Venderías tú a alguien de tu familia?", le contestó ofendido el empresario llanisco.

Vuela muy poco, pero está muy bien de salud. El único "problema" es que últimamente le da de vez en cuando por arrancarse las plumas. Según el veterinario es normal en las aves cuando se estresan. Pero solo le ocurre por el invierno, así que en breve llegarán mejores tiempos para el ave.

Cuando tiene hambre, "Paco" se va al bar de Lucas y reclama atención. Casi siempre tiene ya preparado un plato combinado. "A ver, ‘Paco’, ¿qué te apetece hoy?", le pregunta el empresario. Y "Paco" elige, un día una cosa, otro día otra. Claro que tiene preferencias: le gusta, sobre todo, el chorizo y el jamón. "Lo mismo que a nosotros, los humanos", destaca Lucas Fernández.

A "Paco", incansable charlatán, le gusta la gente. Se deja acariciar por cualquiera que no considere un extraño o una amenaza, pero no le gusta que lo cojan, y cuando alguien lo intenta saca todo su carácter y se lía a dar picotazos, incluso a Lucas Fernández, si se tercia.

¿Enemigos? Alguno hay. Precisamente hace unos días, una vecina avisó a Lucas Fernández de que un "pardón" (halcón) rondaba el trastero de "Paco" y había intentado atacarlo. Así que el empresario compró una red y cubrió la zona donde habita la corneja para impedir que pudiera hacerle daño.

¿Aficiones? Aparte de hablar, le atraen los objetos brillantes, así que cuando ve o alguien le "regala", por ejemplo, una moneda, la coge, se la lleva a sus "dominios" y la esconde. Debe tener ya una buena colección.

Durante un tiempo, el empresario temió que le multaran, al ser un ejemplar de una especie silvestre. Pero siempre ha defendido que no es su "propietario". Subraya que los agentes del Seprona "se portaron muy bien", vieron que estaba "perfectamente cuidado" y comprendieron que donde mejor está la corneja es "en su casa y con su familia".

Eli Rivera Cano y Mario Arroyo Lledín, de Ciempozuelos (Madrid) habían visto a "Paco" en internet y aprovecharon que pasan unos días en la zona para ir a verlo. Tomaron fotos, grabaron vídeos, y cuando "Paco" les dijo "hola" la madrileña, enternecida, comentó: "Pero si habla, ¡Ay, me muero!". De amor, claro. Son decenas las personas que acuden a conocer a "Paco", cientos. "Si cada uno que viene tomara un café...", comenta con gracia Lucas Fernández.