El diestro José Tomás se marchó de Llanes sin cortar ninguna oreja en la faena que llevó a cabo para intentar torear a la prensa. El matador de toros buscó sin éxito al supuesto topo que avisó de su presencia en el campo municipal de golf que todos los llaniscos pagan con sus impuestos. Quien dio la voz de alarma no fue otro que mi primo hermano Tomasín, el coritu. Estaba el lunes Tomasín segando el green del hoyo 17 cuando se topó con el torero y su acompañante cabraliego. La hierba cortada de green de campo de golf es un material muy demandado para hacer las famosas alfombras florales que la localidad llanisca de Cue exhibe el día de la Sacramental.
Fue precisamente durante la Sacramental de Cue donde se produjo la primera aparición en público del nuevo equipo de gobierno de Llanes, el famoso tripartito (Vecinos x Llanes, Foro y PP), más uno, IU. El regidor, Enrique Riestra Rozas, contempló las alfombras en compañía de la primera teniente de alcalde, Marián García de la Llana, del segundo, Juan Carlos Armas, y de la concejala de Educación Cultura y Deporte, Marisa Elviro. El garbeo de todos ellos por Cue para contemplar los altares de los barrios de arriba y de abajo dejó una de las anécdotas de la jornada. Caminaban por el altar de arriba Marián García de la Llana y Juan Carlos Armas cuando un tropezón inesperado de los ediles hizo que uno de los bordes de la alfombra saltase por los aires. No dudó Armas en arremangarse para recomponer la alfombra.
Otro tema que igualmente levanta cantidad de comentarios a pie de calle por la vieja capital del Reino de Asturias en estas fechas veraniegas son los relojes de dos de las más emblemáticas edificaciones del centro urbano: la iglesia parroquial de Santa María de la Asunción y la Casa Consistorial. Ambos artilugios parece que se pusieron de acuerdo para pararse en el tiempo, dejando de funcionar sus respectivas manecillas. El de la espadaña del templo parroquial lleva varios meses varado en la misma franja horaria; en tanto, el de la torreta del Ayuntamiento "gripó" hace tan sólo unos días. Ojalá sea cosa de poca monta.
