La crónica urbanística de Llanes es una historia de piratas. Y el "caso Feve" es el paradigma mejor. Sin duda habrá habido gentes honradas, que participaron en la orgía recalificadora con la lícita idea de ganarse unos cuartos, y a otra cosa, mariposa. Pero han sido muchos, demasiados los que vinieron a especular y a esquilmar, y el que venga detrás, que arree. En el "caso Feve" han participado corsarios, bucaneros, saqueadores y hasta "tiburones"; tipos que han aprovechado una legislación laxa y relajada, propiciada por partidos de cuyos nombres no quiero acordarme, como mínimo, hasta el 21 del corriente. Y al final nos toca pagar el estropicio a los de siempre. Menos inversiones, menos obras, menos ayudas a los necesitados... porque han vuelto a robarnos, los muy piratas. Lo cantó Serrat:
"Todos los piratas tienen
atropellos que aclarar,
deudas pendientes y asuntos
de los que mejor no hablar".